martes, 31 de mayo de 2016

Señor Montoro y asociados de diverso pelaje:



Estoy haciendo la declaración de la renta y flipo en colores. Más que nada, porque le escucho la monserga de que nos han bajado los impuestos, siendo mentira.

Llevo ganando lo mismo desde hace tres años y cada año pago más. Lo mismo le sucede a un familiar cercano. Este año me han rebajado el límite de deducción de los planes de pensiones a 8000 €, que era el recurso que utilizaba para quedar en paz, y a mi familiar, prácticamente le han suprimido la deducción de alquiler de vivienda. Todo esto me subleva y me entran ganas de insultarle para relajarme un poco. Antes pagaba mucho IRPF, pero al menos me salía a devolver y eso me calmaba; ahora, pagando también mucho, además me sale a pagar.
Parto de la base, de que todo impuesto que supere el tradicional diezmo se convierte en un impuesto abusivo y como tal, confiscatorio. El trabajo de 36,5 días al año debería ser suficiente para cumplir con nuestras obligaciones tributarias, y no lo que nos obligan: en mi caso como jubilado aporto 63 días, pero en activo he estado aportando más del doble. Si no es suficiente, quiere decir que la administración tiene demasiados gastos y que abarca más de lo que debe. Sólo hay que informarse un poco para comprobar que en EE.UU. los impuestos directos e indirectos son muy bajos (sobre un 7%). Y digan lo que digan, de que allí no tienen Seguridad Social, con lo que pagamos aquí por tenerla es bastante más de lo que pagaríamos por tener un buen seguro médico y un plan de pensiones privado. Recuerdo, que con Franco no existía el IRPF, se limitaba a cobrar impuestos indirectos y le llegaba para todo y para más. No voy a entrar en su política, pero está claro que entonces no llegaban a un millón los funcionarios y los pocos políticos franquistas no eran profesionales. Ahora, entre partidos con políticos profesionales, sindicatos con sindicalistas profesionales y miles de organizaciones chupócteras también profesionales, más los funcionarios y personal laboral enchufado por los políticos en las diversas administraciones, nos sangran sin compasión.
Veo injusto que a los jubilados nos hagan pagar IRPF por una magra pensión por la que nos han obligado a pagar durante toda la vida laboral. Es una doble imposición que reduce las obligaciones de quien se ha visto obligado a pagarla: la Seguridad Social (una ruina que depende de las diversas administraciones del Estado Español y que nos hace sentirnos extranjeros cuando se nos ocurre viajar fuera de nuestra comunidad, por las pegas que nos ponen). Ya no digo lo injusto que resulta el cálculo de la pensión: he cotizado cuarenta y dos años por la base máxima, pero me vi obligado a jubilarme con 61 años a causa de un ERE y con esa escusa me han robado un 24% de la pensión por los cuatro años que me faltaban para cumplir los 65. Curiosamente, si me hubiera jubilado con 65 años, con cotizar 35 (7 años menos) hubiera podido cobrar el 100% de la base reguladora y la pensión máxima. En lo que me queda de vida, estaré perdiendo ese 24% de rebaja de pensión, sin que me compute como impuesto. ¡Pa que te jodas!, que dicen en mi pueblo.
También es injusto, que nos hayan privado de la igualdad fiscal a los españoles, y que ésta dependa de la Autonomía en la que residamos, o sea: del afán de rapiña de los respectivos políticos locales. Vamos a tener que valorar cambiar nuestro domicilio a la comunidad de Madrid para pagar menos impuestos, algo que ya están haciendo los andaluces más acomodados, que huyen de su comunidad para no dejar a sus hijos sin herencia, y muchas empresas, que escapan de las haciendas más agresivas cambiando su domicilio a otras autonomías con la fiscalidad más favorable.

No quiero extenderme mucho. Como políticos dejan mucho que desear, lo mismo que como personas y como españoles. Con la dichosa democracia, nos han impuesto con engaños una estructura administrativa y política elefantiásica innecesaria, en la que cerca de 4.500.000 de españoles y sus familias viven a costa del resto, algo más del 20% de la población. Esta democracia sería más ágil y más justa fiscalmente, con una administración de 1,5 M de funcionarios, pudiendo permitirnos tener además un ejército de 1 M. de soldados. 

Mire usted: en un Estado confiscatorio está justificado escaquearse. Ya sé que tienen mal cartel los Paraísos Fiscales, pero es por ignorancia, lo que no está bien es que haya Infiernos Fiscales como el nuestro. Persigan a Lola Flores o a Imanol Arias para meternos miedo, pero harían mejor en reducir este Estado de las Autonomías que nos chupa la sangre y el sudor, antes de que reaccionemos chafando o arrancando con violencia tanta garrapata.