El desarrollo constitucional que tenemos en España nos ha llevado a un régimen de libertades que pueden igualarse con los países más desarrollados del mundo. De ese régimen de libertades, participáis también los catalanes sin ningún tipo de trabas por parte de las autoridades del Estado; si los catalanes tenéis trabas, que las tenéis, vienen de vuestro propio autogobierno, que se mete en todo.
Regalaré peras del olmo, deseos incumplidos, estrellas invisibles, amigos del alma, canciones sin autor, viajes a la Luna, amores perdidos, sueños imposibles, maravillas intocables, cromos de chocolate, chicles de bola, pipas con sorpresa, dolores de risa, cuentos felices, dietas milagrosas, vidas de película, culos molones, pechos solidarios, hipotecas incobrables, préstamos locos y bodas de hecho. Lamentablemente, la vida es otra cosa. ¡Perra vida!
jueves, 29 de julio de 2010
Conciudadanos: Aún estáis a tiempo de rectificar
El desarrollo constitucional que tenemos en España nos ha llevado a un régimen de libertades que pueden igualarse con los países más desarrollados del mundo. De ese régimen de libertades, participáis también los catalanes sin ningún tipo de trabas por parte de las autoridades del Estado; si los catalanes tenéis trabas, que las tenéis, vienen de vuestro propio autogobierno, que se mete en todo.
miércoles, 28 de julio de 2010
Las religiones que se nos disputan
Nosotras
Las principales organizaciones que ostentan el poder en Occidente y en el mundo son las religiones judía y cristiana. Entre ellas hay notables diferencias: mientras la religión judía no ejerce el proselitismo, el cristianismo lo lleva a efecto hasta en los últimos rincones del planeta, llegando a buscar adeptos en naciones con fuerte tradición hinduista, budista, musulmana y ateo-marxista; quizás por ese motivo, el número de cristianos en el 2008 alcanzaba en el mundo unos 1200 millones de fieles (18%), mientras, el número de judíos no alcanzaba los 14 millones (el 0,19% de una población mundial de algo más de 6700 millones de personas). No obstante, se produce un fenómeno curioso: aunque el judaísmo no haga proselitismo, su historia y su antigua cultura la transmiten los misioneros cristianos por todo el orbe y, además, lo hacen gratis. La musulmana es la tercera fuerza religiosa en importancia de Occidente: durante siglos ha permanecido aletargada en sus territorios, pero, en los últimos años, ha resurgido con mucha fuerza a través de movimientos yihadistas y a través de la emigración a los países europeos.
En teoría, las religiones deberían dedicarse a ayudar espiritualmente a los hombres en su paso por la vida; en realidad, se nos disputan, y para que no apostates, te amenazan espiritual y materialmente con graves castigos. Aparentemente, estas tres religiones sirven al mismo dios, en la práctica, el distanciamiento histórico y desconfianza de unas sobre las otras, hace pensar que todas creen que su dios es el verdadero y que el dios de las otras es falso.
Con miles de años de control social a sus espaldas, las distintas religiones ejercen el poder de diversas maneras: con sus seguidores y en ámbito territoriales favorables, ejercerán el poder y fomentarán sus valores a través de estructuras político religiosas formales; frente a sus enemigos, ejercerán su influencia, desde la sombra, a través de organizaciones con las que penetrarán a esa sociedad para cambiar sus valores. Normalmente, esos valores coincidirán con los propios de la religión que busca influir en esa sociedad, pero si se trata de destruir al enemigo y a la sociedad, los valores que son capaces de transmitir también pueden ser antivalores ¡Eso sí! Lo harán a través de organizaciones secretas propias que, previamente, habrán influido, incluso corrompido a la clase dirigente de esa sociedad: ¿Qué, sino, ocurre en nuestro país? Atacado por el materialismo extremo, el mismo gobierno desmantela los planes de enseñanza tradicionales para imponer el ateísmo, el proselitismo político, la promiscuidad, el hedonismo y la pereza entre nuestros hijos, desterrando de las aulas, entre otros valores, a la religión tradicional, el amor a la patria y a los hombres, el esfuerzo, las buenas costumbres (respeto y educación), los valores morales y la ciencia; fuera de las aulas, impulsan la cultura de la muerte y el acceso a los anticonceptivos, favoreciendo el aborto y la eutanasia. Disfrazadas de progresismo, ese conjunto de medidas formativas se complementan con modas que destierran el matrimonio tradicional de la sociedad y facilitan su disolución. Quebrando la natalidad y la cultura, se debilita a la sociedad y es posible apoderarse de ella, en perjuicio de su religión tradicional.
Utilizando el método contrario, también es posible apoderarse de una sociedad de religión distinta, como veremos. Todo vale para vencer al enemigo. En el fondo, se trata de escaramuzas en una guerra que protagonizan desde hace miles de años el bien y el mal.
Continuará.
domingo, 25 de julio de 2010
¿Quién manda aquí?
domingo, 18 de julio de 2010
Contra los símbolos españoles, los separatistas catalanes tienen pocas dudas
Dame una playa abarrotada y déjate de paraísos solitarios
martes, 13 de julio de 2010
Un mundial de fútbol, un país, una bandera
Hace más de 30 años que la bandera española sufre y padece el acoso de los nacionalistas y, lo que es peor, la poca personalidad de los no nacionalistas, que nos hemos dejado avergonzar y avasallar.
¿Vergüenza de la bandera española? ¡Sí! Hemos arrinconado la bandera de todos sustituyéndola por una banderita autonómica ridícula, las más de las veces, sin ninguna tradición ni historia.
El fútbol nos ha hecho despertar y volcarnos en signos comunes como la bandera de España. Y han sido los más jóvenes los que nos han dejado a los adultos con las vergüenzas al aire.
Si nosotros, los ciudadanos de a pie, españoles todos, hemos sido culpables por omisión, nuestros políticos no nos van a la zaga: llevamos más de treinta años sufriendo a políticos apocados, a sinvergüenzas y a traidores, que se han dedicado a luchar contra nuestros símbolos, contra nuestro idioma y contra la unidad de nuestro país ¡Eso sí! Cobrando puntualmente sus buenos salarios a costa de nuestro bolsillo. El dinero español les gusta a todos: no les importa que sea español.
Hemos estado pagando con nuestros impuestos la cuerda con la que unos pocos traidores pretenden que nos suicidemos.
Hemos ganado el mundial, pero nuestra mejor victoria ya la habíamos conseguido en la victoria contra los alemanes, al unirnos todos bajo la misma bandera y perder la vergüenza. Ahora lo que nos falta es echar a todos los traidores que nos gobiernan y que sólo trabajan para romper este país en mil pedazos.
Los ciudadanos de todas las comunidades hemos demostrado que nos gustan nuestros símbolos, que nos sentimos españoles y que no queremos dejar de serlo. El que se avergüence de ser español, hoy lo tiene muy fácil: que se marche y no vuelva hasta que esté arrepentido.
Y para los del tripartito catalán que piensan que juntar a 56000 personas por el dichoso estatuto tiene algún mérito, que aprendan a contar viendo lo que es una masa incontestable como la de ayer en Madrid y que no mientan: dicen que estuvieron 1 millón y medio en la mani del estatuto, cuando no fueron a la manifestación ni los que les deben su puesto de trabajo (los apesebrados y enchufados).
Viven de la mentira: que se enteren bien de lo que son varios millones de personas juntas, viendo lo que fueron capaces de juntar los chicos de la Selección Española de Fútbol en Madrid; seguro que cualquiera cifra se queda baja. No digo ya los que salimos a la calle en el resto de España ayer y anteayer. Descontándolos a ellos, que son cuatro desgraciados, calculo que salimos 47 millones de personas.
Que mediten ya de paso, lo que podemos ser capaces de hacer con ellos si nos cabrean.