jueves, 15 de junio de 2017

¡Qué mal huele lo del Banco Popular!


El pasado 7 de junio, los accionistas del Banco Popular vieron desaparecer sus acciones y reducido drásticamente su patrimonio, muy probablemente como resultado de una maquinación.

Tras haber pasado las pruebas de estrés del Banco Central Europeo en el 2016 y alguna auditoria, se han lanzado noticias y rumores que han provocado fuertes bajadas, con unas semanas de estrés entre los bolsistas, y todos hemos visto cómo desplomaban el valor de la acción del Banco Popular, sin que la CNMV haya movido un solo dedo para suspender la cotización de unas acciones que iban en caída libre, para beneficio de bajistas. Al final, como consecuencia de las bajadas incontroladas y los rumores interesados propagados por un medio de comunicación, se produjo la huida generalizada de los depositantes, en un ¡Sálvese quien pueda!.

El Banco de Santander pagó 1 € por el negocio del Banco Popular, con todas las bendiciones de las autoridades europeas y españolas, como salvador, con el compromiso de cubrir un teórico agujero existente entre 2000 M y 8000 M de euros. La broma, que han anunciado que promoverán una ampliación de capital para tapar el agujero, con el dinero de los accionistas minoritarios del Santander.

El mismo día 7 de junio, la Presidenta del Santander remitió una carta  a sus accionistas comunicándoles que habían tomado la decisión de comprar el Banco Popular y que necesitaban acometer una ampliación de capital de 7000 M con dinero de los accionistas minoritarios del Santander, a los que auguraban rentabilidades de un 13-14% en el 2020. Se ve que Ana Botín tiene dotes adivinatorias. La fecha de la carta delata que todo se ha hecho de forma coordinada, que las autoridades económicas contaban con el Santander, y que la Presidenta del Santander estaba al tanto de todo, pudiendo preparar con tiempo la cartita en cuestión.

El presidente del BCE ha justificado la venta por el hecho de que el banco se había quedado sin liquidez. Me gustaría ver si el BSCH o el BBVA tendrían liquidez después de meses de infierno, con los últimos 15 días soportando noticias y rumores como las que se ha visto sometido el Banco Popular a través de la inacción de la CNMV y la sobreactuación interesada de un medio de comunicación.

Hechos como éste reforzarán la idea de que en España los inversores nacionales o internacionales se la juegan, porque las leyes o las autoridades que deberían aplicarlas no las aplican, y habrá que preguntarse ¿por qué? El ministro De Guindos tiene sin duda mucho que contar, porque esto no va a salirnos gratis a los españoles, que tendrá consecuencias, porque se refuerza la idea de que nuestro país no es serio y los inversores potenciales pensarán con razón que aquí su dinero no está seguro y se lo pueden robar: como ejemplo, el de los accionistas del Popular. Pero ha podido ser al revés: que las maquinaciones de las que ha sido objeto el Popular las hayan llevado a cabo desde fuera de nuestro país, con ayuda de algún consejero del mismo banco. Esas maquinaciones han podido ser la causa del hundimiento, en una maniobra en la que se les ha ido la mano a los maquinadores: han matado al enfermo al que estaban perjudicando con mentiras, rumores y complicidades, jugando a la baja con la acción. Si han estado jugando a la baja para ganar dinero a espuertas, y ahora no tienen acciones que comprar para devolver... a joderse, por listos. He leído que tendrán ganancias del 100% por ser 0 el valor de las acciones, pero tendrán que estar al contrato de alquiler que hayan firmado con el corredor de bolsa, y algo tendrán que decir los fondos que las han alquilado, ... y los tribunales.

¿Qué buscaban? Está claro que aumentar sus acciones y entrar en el consejo del Popular con intenciones sospechosas. Lo que han conseguido: enriquecerse los malos, los avariciosos, quedarse sin el capital invertido, y los tontos, la ruina, sin enterarse. El problema, que los maquinadores han dejando sin nada a millares de accionistas. Pero, para una fortuna importante que buscaba una gran tajada, la pérdida, simples migajas; no así para algunos accionistas que han perdido sus ahorros y otros que pidieron préstamos para comprar unas acciones que ya no tienen. Y los bufetes de abogados, como los buitres, buscando a las urracas que han comenzado el festín. 

Si querían conseguir un gran botín y había una administración en el Popular, aunque haya sido torpedeada para que no pudiera enderezar el banco, el agujero tendría reparación. Yo apuesto por que no había tantos problemas y que será ahora el Santander el que haga las reparaciones y obtenga los beneficios. Algo parecido a lo que sucedió con el Banesto, que se convirtió en la joya de la corona. ¿Pago de favores?

Los hechos nos dicen que han sacado del mercado a un pez pequeño pero importante, y las malas artes vienen, por cosas de las que no nos enteraremos. ¡Amigos! Han matado al Popular, sólo espero que los matones se hayan arruinado. 

Ahora el Santander se encuentra en medio del desaguisado, como beneficiario de una jugada que le mete entre los sospechosos. Para empeorar el entuerto, dos hechos que en nada le benefician, si quieren que pensemos en su inocencia: que el último gestor del Popular -el que ha llevado el timón en los últimos meses- fue antiguo empleado del Santander; y que la dirección del Santander pretende, que el previsible agujero (real o imaginario) del Popular, por el que han pagado 1 €, lo tapen con su dinero los accionistas minoritarios del Santander, acudiendo a la correspondiente ampliación.

Lo de arreglar ruinas con dinero ajeno es tentador, pero en este caso es inmoral, si necesita dinero el Santander para tapar el agujero, que pida un préstamo, que creo que el Banco Central no cobra intereses, y si no tenía liquidez, que no se hubiera hecho cargo del Popular.

Pasarán años, pero si sobrevive la Justicia a este caos de falta de autoridad que padecemos, alguien tendrá que dar con sus huesos en la cárcel o perseguido por la INTERPOL, que parece que el maquinador o maquinadores han sido de fuera.

Ser accionista de por sí es un riesgo, serlo de un banco mucho más, que se mueven en intereses ajenos al negocio bancario, y ser accionista en España, donde ni la CNMV actúa, ni tampoco lo hace el Banco de España, suicida. Mal vamos si el Ministro de Economía anda concediendo audiencias a maquinadores de ultramar, ¿tiene algo que confesar a los accionistas del Popular y a los del Santander?, porque a estos últimos quieren meternos en este marrón, que debería ser asunto de la POLICÍA.

En otras palabras: que algún juez de la Audiencia Nacional, algún fiscal, y algún departamento de la Guardia Civil (UCO) o de la Policía (UDEF) tendría que investigar, por si se hubiera perpetrado ante las narices de todos, una estafa de las de órdago a la grande, con las autoridades económicas españolas y europeas mirando a las musarañas… o algo peor: intentando sacar tajada, pasando por salvadores de los contribuyentes. 

Tendrán que comenzar a investigar al anterior Presidente y al misterioso accionista mejicano llamado Del Valle, que dicen que visitó a De Guindos (https://okdiario.com/economia/2017/05/25/accionistas-mexicanos-antonio-del-valle-banco-popular-1022836). También puede leerse, que la Seguridad Social sacó su dinero unos días antes del Banco Popular, seguramente por un soplo casual. Lo que está claro que la decisión del día 7 no fue una sorpresa, comenzando por el BSCH, que el mismo día que las autoridades financieras decidieron la venta, ya tenía preparadas las cartas que ha mandado a sus accionistas. ¡Qué mal huele todo!

Una de las decisiones más importantes que puede tomar el Consejo de Administración de una empresa, como es la venta de la misma, es chocante que la decidan otros… ¿cómo se llama eso? ¡Qué mal huele todo!

Ahora resulta que vendieron la última ampliación del Popular dando créditos a muchos de los accionistas, que ahora, no tienen acciones ni banco, pero sí una deuda. Si desaparece el banco y sus deudas se convierten en incobrables, ¿por qué han de sobrevivir sus créditos? El BSCH buscará soluciones para ellos. ¡Qué mal huele todo!

La defensa de los accionistas del Banco Popular ha de formar parte de una contestación cívica de la sociedad española, que tiene que comenzar a defenderse de sus dirigentes, de sus políticos, de esa casta minoritaria y sinvergüenza que se cree con derecho a robarnos nuestros ahorros, ya sea por la brava, con estafas, ya con impuestos legales e injustos. Lo hacen porque se creen a salvo de la Justicia, y ahí es donde las dudas nos surgen con motivo a los que sobrevivimos entre la clase baja, que no nos creemos lo de la igualdad ante la Ley.

Menos mal que nos queda el Señor Amancio Ortega para reconciliarnos con su ejemplo con las clases altas. Lo que demuestra que por arriba, aunque sean pocos, queda buena gente, no como los dos expresidentes del Banco Popular, que después de arruinar al banco - cada cual en su proporción-, rápidamente han exigido cobrar la indemnización que tenían pactada. Menudos pajaritos.


miércoles, 14 de junio de 2017

Ignacio Echevarría: el héroe del patinete.


              
Ignacio venía de hacer deporte con unos amigos; vio que unos energúmenos estaban agrediendo a una mujer; se bajó de la bici; cogió el monopatín y se lanzó a defenderla. Uno de los energúmenos apuñaló por la espalda a Ignacio, y lo mató.

Aunque Ignacio fue asesinado, su decisión ayudó a muchos viandantes a huir y escapar de la muerte.

Ignacio nos ha hecho recuperar la fe en el ser humano, porque fue el acto de generosidad de un hombre, que en lugar de pensar en sí mismo y a pesar del riesgo, se lanzó a defender a una mujer armado de un monopatín, seguramente sin saber, que esos energúmenos estaban armados y buscaban acuchillar a cuantos más ingleses mejor. Ahora se ha corrido que no salió a defender a una mujer, que se lanzó a defender a un policía inglés. No entiendo esos ocultamientos, como tampoco entiendo que no se diga por la tele que Ignacio formaba parte de una familia católica ejemplar, cuyos valores trascienden en todas las entrevistas que les hacen. Y ahora que esos valores son rechazados por nuestra sociedad, es para preguntarse, si esta sociedad está en su sano juicio abandonando los valores cristianos que a lo largo de la historia la han hecho grande.

Dicen, que los que no tienen miedo son unos inconscientes, y que los inconscientes son peligrosos, porque no ven el peligro. No es el caso de Ignacio, que sabía que corría peligro, pero su generosidad le llevó a defender a otra persona que estaba siendo atacada por unos indignos. Ignacio no lo pensó (no había tiempo para pensar), y no esperó (no había tiempo para esperar). Valiente es aquél que actúa superando el miedo, pero tampoco había tiempo para tener miedo. Ignacio tuvo claro que no podía pasar de largo: Ignacio rebosaba generosidad y se comportó como lo que era: un héroe.

En un país que lo ha sido todo en el mundo, y que ha sido capaz de hacer enormes gestas con más voluntad que medios (cuatro frailes abnegados con unos pocos soldados harapientos, y una carga inmensa de valores), los españoles nos sentíamos abandonados de los dioses, convencidos de que nuestros enemigos habían convertido nuestro país en un corral de gallinas. Ignacio: es de celebrar que este gallinero comience a dar gallos como tú.

Nuestros gobernantes llevan cuarenta años poniendo delante de nosotros un espejo que deforma nuestra sociedad. La persistencia es la de la gota de agua, que poco a poco horada hasta las piedras. Comenzaron disfrazando de libertades democráticas lo que eran simples ataques a la familia, a través de los medios de comunicación, para acabar con nuestros valores. Desde el principio, ocultaron nuestra historia mientras permitían que gobiernitos vascos y catalanes se inventaran la suya denigrando la historia general de España; cuarenta años haciendo sentir facha a quien honraba, mostraba y defendía la bandera roja y gualda común; silbando a nuestro himno al que le niegan una letra; suprimiendo el ejército de reemplazo; permitiendo que denigraran nuestras costumbres, nuestro pensamiento católico, nuestras tradiciones. Últimamente han llenado nuestro país de gentes resabiadas enemigas de nuestra religión. Un esfuerzo inmenso sólo explicable si esos gobiernos siguen las consignas de nuestros enemigos, que buscan trocear nuestra unidad y convertir una sociedad blanca, católica y española (homogénea) en una sociedad plural (de variados colores, con diversas religiones, y gentes de origen diferente). Puede parecer que una sociedad plural es más democrática que una sociedad homogénea, pero no tiene nada que ver con la democracia, tiene que ver con la fortaleza o la debilidad de una sociedad, porque en una sociedad plural pueden colarse nuestros enemigos y vivir entre nosotros sin parecer distintos. Si a nuestra sociedad católica la hacen plural será una sociedad débil y difícilmente podrá rechazar a los enemigos de los católicos, porque ellos son listos y podrán camuflarse mientras nos hacen daño; además, se han hecho los amos del mundo. El caso es que nuestros gobernantes han permitido que inocularan en nuestra sociedad virus desintegradores. Hay demasiados traidores entre nosotros colaborando con el enemigo, sobre todo entre la izquierda, entre los progres, entre los nacionalistas. La mayoría llenando las logias de forma irresponsable, buscando en su egoísmo las bendiciones de un arquitecto llamado Satanás. La desintegración de España y de su Imperio lleva más de 200 años en marcha, ahora nuestros enemigos la han extendido al resto de Occidente, con ataques islamistas, y la colaboración de muchos gobiernos europeos, que aplauden la invasión musulmana de Europa, irresponsablemente. Fruto de esa política que busca sociedades plurales imposibles se ha producido el atentado en el que ha muerto Ignacio Echevarría. Para siempre "Nuestro Ignacio".

Ignacio: Arturo Pérez Reverte te llama héroe y desea que te reciban entre sus brazos los héroes de nuestra historia, la de verdad. Pérez Reverte cita sólo a unos pocos, pero desde los viejos celtíberos, si todos los héroes patrios te acogen entre ellos no estarás nunca solo. Entre todos buscadnos nuevos héroes para esta patria desnortada, y que los nuevos héroes llenen de patriotismo a la tropa española: esa que no lleva uniforme pero que se lanza a la calle cuando la atacan a matar y a morir, y entre todos, los vivos y los muertos, salvemos a España de los peligros que la acechan, la mayoría creados por españoles ingratos y traidores. Salvemos a España, y salvemos a Europa siguiendo el ejemplo de Ignacio.


Ignacio: rezamos por ti; reza tú también por nosotros, que nos va a hacer falta.