miércoles, 17 de junio de 2020

Naranjo, naranjero, atrévete también con el titiritero.-

En estos tiempos, periodistas serios quedan pocos. Antes se atrevían a buscar la verdad, ahora, apenas la buscan, al menos, los que trabajan en los grandes medios de comunicación. Si alguien lo hace, intentan desprestigiarlo llamándole friki, y si la encuentra, lo linchan. Vivimos en un tiempo donde manda la mentira y la ocultación de la verdad. Lo propio de un planeta donde reina el Diablo.

Con la falsa pandemia que nos han colado, en ningún medio se preguntan... ¿Cómo es que todo el mundo está igual? Esto no puede ser casualidad, alguien muy poderoso ha tramado un plan macabro para acabar con nuestra libertad e imponernos un régimen totalitario. Nunca en la historia había ocurrido algo semejante. Pero no. Andan vigilantes de que todo sea Covid, y más Covid, mañana, tarde, y noche, colaborando en mantener el terror con ese alguien que lo ha podido esparcir. En el mejor de los casos, hablan de países responsables, como si en su miope y egoísta cabeza no cupiera la idea de que hace mucho tiempo que dejaron de existir los países independientes. A la hora de tomar decisiones importantes, a los dirigentes de todos los países, esas decisiones les vienen dadas, y si no las obedecen, su vida se acorta. Son títeres al servicio del Estado Profundo, del Poder en la Sombra, políticos que nunca sirven a los ciudadanos que los han elegido. Pero, estos pseudoprofesionales que salen en los medios, todavía piensan que seguimos dominados por esos grandes países y sus organismos delincuenciales: la CIA, el MOSSAD, el MI6, la KGB, y como se llame el Servicio de inteligencia de los chinos, y varios etc., etc.

Vi un programa el domingo, en la Cuatro, que lo titulan “Todo es Mentira”, que lo presenta un señor que se ha hecho famoso por ser antipático y prepotente; entrevistaba a Rafael Palacios, un periodista que va por libre, que se atreve a poner los puntos sobre las íes (por tanto, conspiranóico). Defendió, que esto de la Covid es un engaño de los globalistas; que no deberían imponer las mascarillas, porque nos impiden respirar oxigeno; y que las vacunas… ¿A ver por qué no llevan prospecto? 

Después de haber despedido a Rafael Palacios, el presentador dio la palabra a un periodista que se supone conservador de apellido Naranjo, éste intentó desprestigiar a Rafapal tildándole de friki, llamando a los ciudadanos a no hacerle caso, y a obedecer las directrices del gobierno, un gobierno que si se ha destacado por algo, es por engañar a los ciudadanos (autoridades políticas y sanitarias incluidas). Los demás periodistas, sin duda de la progrez, casi adoptan a Antonio Rodríguez Naranjo entre sus huestes. A esas alturas, Rafapal ya no podía replicar. (Los comentarios de Naranjo no salen en el video anterior, pero pueden verse en el programa “Todo es Mentira” del lunes 15 de junio de la Cuatro, a partir del 1h:08’:27” https://www.cuatro.com/todoesmentira/programa-completo-hd-360_18_2963370267.html).

Sólo diré una cosa: si los frikis andamos buscando la verdad, es porque Naranjo y los que salen opinando como Naranjo en los medios, no la buscan. Le he visto criticar a Sánchez y a Iglesias con mucha solvencia, pero no se atreve a subir más allá de los peones: critique al Papa, que anda amancebado con los globalistas y manda en la Cope donde usted trabaja, o a la Conferencia Episcopal, por no salir de casa; o a Soros, que viene a ser el primer ministro de ese gobierno globalista ¡Claro! Esos son caza mayor. El globalismo, por si lo quiere saber, es una creación del Estado Profundo, al que conocemos algunos como el Cabal. Muy pocos se han preocupado de investigar quién está detrás de todo lo que sucede en el mundo desde hace más de 200 años, porque no es rentable. Es más cómodo hacerse eco, únicamente, de las noticias que ponen en bandeja las grandes agencias de información, la mayoría de las cuales, al igual que los grandes medios y editoriales del mundo, están emparentados con el Cabal, y son obedientes.

Los periodistas rojetes de varios medios se tiraron como lobos contra el cardenal Cañizares, porque dijo el domingo en su homilía, que las vacunas las hacen con fetos, y que eso es cosa del diablo.

También pusieron verde en otros medios al ex Nuncio del Vaticano en EE.UU. que se atrevió a alinearse con el presidente Trump, la semana pasada, en la guerra que está librando contra el Mal, reconociendo en su carta, que en la Iglesia también luchan contra una parte de la jerarquía vaticana que está alineada con el Cabal. Y adora al Diablo -añado yo.

Esta sociedad debe preguntarse si es posible seguir adelante sin recargarse de valores. Estoy seguro que son una minoría los que están encantados con las directrices globalistas del Cabal, en favor del aborto, de la eutanasia, del feminismo radical, de las leyes de género, y un largo etc. de movimientos que van contra la familia tradicional, contra la raza blanca, contra la religión, y contra una humanidad cultural y racialmente diversa. La mayoría somos buena gente, pero los malos que luchan por dividirnos hacen mucho daño a la humanidad, tienen seguidores, mucha visibilidad y muchísimo poder. Tanto, que pretenden dejar el mundo en 1000 M, asesinando al resto con virus, vacunas, microchips y con las microondas que genera el sistema 5G, al que varios países niegan su instalación. Yo lo tengo claro, y no me apeo del burro: "Cómprate un 5G y descansarás en paz-> RIP"

Si la guerra en la que nos ha metido el Cabal globalista la terminamos ganando los patriotas, habrá que llevar al tribunal que se forme a muchos malvados, entre ellos, a los que dirigen los medios de comunicación, que se han vendido a una causa traidora contra la humanidad. Imponernos el Nuevo Orden Mundial no es ninguna broma. Habrá que luchar con uñas y dientes contra el Cabal, contra los medios de información, y contra los periodistas que consciente o inconscientemente se alineen con el bando enemigo. Esto es una guerra de engaños, pero muy cruenta. Bromas, ni una.

Si alguien no está de acuerdo, que deje sus comentarios, a ver si me convencen.