sábado, 31 de enero de 2009

Los Templarios fueron culpables de alta traición.

El 22 de marzo de 2012 se cumplirán 700 años de la abolición del Temple. Quedan 3 años, pero iremos viendo como se acelera más aún el resurgir de templarismo en los medios de comunicación. Los templaristas insisten en la inocencia de los Templarios. Cuando los inocentes no se defienden terminan siendo culpables, y al revés: cuando los culpables insisten mucho en su inocencia, hay quien termina creyéndoles. Esto es lo que pasa con los Templarios. Los Templarios no dicen nada, que están muertos, pero, extrañamente, siguen teniendo voceros en nuestros días, que insisten machaconamente en la tesis de que los Templarios eran inocentes de los crímenes por los que fueron condenados.
¿Es normal que sigan encendiendo hogueras templarias, para seguir atizando brasas que de otra forma serían cenizas apagadas y esparcidas por el viento?, ¿quién anda detrás de este asunto? Está claro, que detrás del resurgir templario están los de siempre: los que en su momento instituyeron una orden de monjes soldados para disponer de una milicia de la que entonces carecían. Soldados que les hubieran permitido dominar el mundo, sin depender de las tropas de rey o emperador alguno.
Hoy no necesitan a los Templarios, que cuando un rey y un papa rompieron en el siglo XIV sus planes de dominación mundial, rápidamente pusieron en práctica otros planes, que al final han tenido éxito: hoy dominan el mundo a través del dinero, y disponen de ejércitos y naciones a su servicio que son las más poderosas de la Tierra. Son gentes extrañas que sirven a su Señor, al Príncipe del Mundo, al Señor del Mundo, al Señor de la Materia, al Gran Arquitecto, el Señor del Mal, Satanás: un hijo de Dios enemigo del Padre. Aunque estos dueños del mundo no necesitan a los Templarios, quieren resucitarlos y convertirlos en inocentes víctimas, para demostrar a sus antiguos enemigos que son ellos los que han ganado la batalla final.
¿Eran buenos cristianos los templarios? Los templaristas no insisten mucho en defender ese detalle. Habría de todo, pero los jefes templarios, sólo eran cristianos por fuera.
¿Y son cristianos los templaristas que los defienden? Algún cristiano despistado habrá entre ellos, que engañados los hay en todas partes. La mayoría de esos defensores de causas imposibles odian a la Iglesia -a la de ayer y a la de hoy- sin pensar que la Iglesia no es una, ha variado a lo largo del tiempo, y dentro de la Iglesia hay muchas facciones e intereses diferentes. Estos templaristas se alinean entre los intelectuales progres, que los progres defienden cualquier injusticia cuando la achacan a la sociedad tradicional. Si la injusticia procede de otros progres, miran hacia otro lado, que cualquier crimen está justificado si por medio hay una revolución de las suyas. Luego, en los países donde se imponen, la cárcel, la muerte, la desigualdad y la injusticia, suele ser una constante, que siempre afecta a los de abajo. Faltan tres años como digo, pero no os extrañe que este Papa o el próximo se vean obligados a declarar nula la bula “Vox in Excelso” que disolvió a los Templarios, para reparar la injusticia cometida contra ellos: “Cosas peores veredes, amigo Sancho”, y ya comenzaron presentando un documento muy sospechoso, encontrado por la medievalista Bárbara Frale en el Vaticano, donde eran declarados inocentes por el mismo Papa que los disolvió.

Si eso ocurre, querrá decir que vuelven a mandar también en la Iglesia de forma explícita.

Pero, ¿de qué eran culpables los jefes Templarios? Eran culpables de traición, de traicionar a la cristiandad en favor del Señor del Mal. Quien les castigó por ello sabía el papel que jugaban en la partida.
De los que les retiraron del poder hablaremos en otro momento.

martes, 27 de enero de 2009

Presidente Zapatero: Yo tengo la pregunta que nadie se atrevió a hacerle. La pregunta del millón... de parados.

Anoche en el programa de TVE1 "Tengo una pregunta para usted" me quedé con las ganas de oír una pregunta que nadie le hizo, y no quiero que pase un día más sin hacérsela yo, aunque no me la conteste:
Presidente: ¿Por qué no se va, y deja a otro la tarea de sacarnos de la crisis?

¡Sí! Ya sé que tiene un mandato hasta el 2012 totalmente legítimo, y que eso supone hasta esa fecha, trabajo seguro y prebendas para mucha gente que le apoya, pero es que es usted un desastre.

España, necesita para salir de esta crisis a alguien que sepa un poco más de economía que usted; necesita a alguien que traiga un equipo económico mejor que el suyo: el Sr. Solbes ya nos llevó a la crisis con el último gobierno de González y sabe meternos en crisis, pero no tiene ninguna experiencia en salir de ellas; además, está muy mayor, se aburre, y se nos duerme.

Usted se pasó el programa pidiendo ánimos, sin darse cuenta de que cada vez hay menos gente empujando del carro; debe saber, que los ánimos entran cuando te dan confianza y usted ya no la da. Debería habernos contado las estrategias que va a aplicar para sacarnos del agujero en el que nos ha metido, en lugar de darnos ánimos. Empujar por empujar no sirve de nada si el que dirige el carro va dando bandazos por las cunetas.

No estoy diciendo con ello que entre Rajoy a gobernar, que está en otras cosas, pero si tuviera usted el detalle de presentar la dimisión, quizás el Rey pediría a otro la formación de gobierno y España tendría una oportunidad para salir antes de la crisis (una crisis de gobierno a la italiana).

Sé que algunos piensan que a muchos españoles les vendría bien un correctivo por haberle votado (que a usted se le veía venir), y que en condiciones normales, muchos otros verían con agrado la ruina electoral de su partido, pero vamos a dejar las venganzas para otra ocasión. Váyase, que no diremos a nadie que ha sido usted. Las cosas están muy malas, pero todavía queda algo en pie. No toque nada más, que el próximo ya se encargará de recoger los pedazos.

Los que todavía tenemos algún recurso -votantes y no votantes- se lo agradeceremos. No podremos evitar, que los que han perdido ya su empleo o su empresa se caguen en vivos y muertos, pero intentaremos ocuparlos en algo provechoso para que se les pase pronto el cabreo. ¡Dimita señor Rodríguez!, ¡hágase un favor a nosotros!

Un amigo,

lunes, 26 de enero de 2009

El Cambio Climático. ¿Cambio qué?

Nos bombardean con el cambio climático ¿No tendrán otra cosa que hacer?, ¿de qué nos hablan? Ya sé que en estos momentos de nevadas y temporales es difícil contradecirles pero, ¿tanta experiencia tienen sobre el clima para poder asegurarnos que hay peligro inmediato y general para toda la humanidad? Que yo sepa, antes de inventar el termómetro y el barómetro, pocos servicios meteorológicos había; y en cuanto a datos, no creo que existan datos fidedignos anteriores al siglo XIX, y me voy lejos. A no ser que consideren como tales las previsiones del tiempo que daba el fraile de la capucha, aprovechando las cualidades del pelo de una cabra.
¿Si hay cambio climático, es extraño que lo haya? Mi experiencia me dice que el factor constante del clima es la inestabilidad, el cambio, la variación. Más o menos, podemos aventurar que los veranos son más cálidos y secos que las primaveras y los otoños, y que el invierno es más frío que el resto de las estaciones, pero tampoco podemos asegurarlo al 100%. He visto nevar en junio en España y me he atrevido a mojarme los pies en el frío Atlántico gallego, en un día de invierno que hacía calor.
Sabemos que Colón salió hacia América desde el puerto de Palos en Huelva; también sabemos que esos diques en los que cargaron las carabelas hace 500 años, hoy están en tierra firme. ¿Alguien se entretuvo entonces en comprobar si los Polos se habían deshelado más de lo normal?, ¿por qué hay que pensar que lo que ha ascendido es la tierra en lugar de pensar que entonces había más agua libre en los océanos?
Lo que podemos tener por cierto es que el clima es variable, que cambia, que esa es su cualidad principal ¿De qué extrañarse? El clima seguirá cambiando como lo ha hecho siempre, se alarmen o no. Es la cualidad propia de un medio gaseoso cuyas partículas, sometidas a unas variables de frío, calor, humedad y movimiento, se comportan de forma aleatoria.
Es cierto que tenemos que comportarnos con respeto, y no gastar energía de forma innecesaria (lo hacemos, y nuestro dinero nos cuesta), pero no pensemos que echamos al aire más contaminantes que hace 50 años con el carbón, o tiempo atrás con la leña o comparando nuestras emanaciones con las de cualquier volcán en erupción. Si hubiera un cambio climático imparable que pudiera acabar con todos los vivientes, ya se ocuparía el encargado de este mundo de reprimirnos o de buscar otra casa. Más gorda se la organizaron en las dos guerras mundiales, destruyendo ciudades y echando bombas atómicas, no dijo nada, y al que le tocó morir murió.
Respeto a este mundo sí, pero que se busquen otras ocupaciones más provechosas para la humanidad, y no nos mareen con esas vainas. Nos conformamos con que haya cierta previsión para que, si caen chuzos de punta, nos cojan bajo techo

La sociedad española a examen por un bofetón

Me ha parecido entender, que el gobierno español indultaba a la madre que dio un bofetón a su hijo, como reacción a su mala conducta.
Podríamos dejar cerrado el caso y pensar que el gobierno tiene corazón, pero cerraríamos la herida en falso y esta sociedad no debe quedar con esa herida abierta.
Hace unos días, el fiscal solicitaba que se le aumentara la pena a la madre, que conforme a la ley, le parecía poca la pena impuesta.
Sin duda que alguien ha hecho perder los papeles al fiscal, como los perdió anteriormente el tribunal que sentenció, como los perdió el profesor que denunció a la madre, como los perdió la madre cuando dio el bofetón al chico, y como los perdió el chico cuando le faltó el respeto a su madre.
En esa cadena de pérdidas, la única que tenía derecho a perder los papeles es la madre que lo parió, que para eso lo parió, lo ha amparado, y será la única que lo seguirá cuidando hasta que se muera, aunque ese niño se convierta en el mayor de los canallas. El resto de personajes de esa farsa lo olvidarán con facilidad y lo repudiarán a la primera ocasión que se presente, que no les importará si se cae o se levanta, si sufre o es feliz.
Ahora no podemos salvar al gobierno por que indulte a la madre, que el gobierno es el principal responsable de una ley que permite cometer semejante desafuero con las madres.
Si esa mujer obrara de la misma forma que las leyes, le diría a esta sociedad, que ella rechaza la patria potestad sobre el hijo; que fueran el profesor, el fiscal, el juez y el gobierno los que cuiden en adelante del chiquillo; y ya que están tan interesados por su bienestar, que se preocupen de él como lo hubiera hecho ella toda su vida, si no le hubieran quitado las ganas.
Esta sociedad se muestra muy exigente con quien debía ser comprensiva: es fuerte con los débiles y débil con los fuertes. Aparenta proteger a los niños, sin darse cuenta que los niños, además de cariño, necesitan algo de disciplina, y que una disciplina más rígida, con alguna bofetada que otra, la tuvimos nosotros y no se nos torció la sonrisa por ello, ni odiamos a nuestras madres. Todo lo contrario, nos preparó para enfrentarnos a la vida sabiendo lo que esta bien y lo que esta mal. Pobre del niño que no tiene una madre que le dé una buena crianza. ¿Y qué ley defiende al niño de sus hermanos?, que esos sí que te inician en la realidad de la vida, y no se apiadan tan fácilmente como los padres, a la hora de darte clases prácticas sobre lo que te vas a encontrar en la calle.
Protección sí, pero que ayude a crecer a los niños como personas y no despiste a los padres ni a la sociedad, que vamos a terminar siendo muy, muy blanditos.

domingo, 25 de enero de 2009

El tal Wayomi parece un sapo asustado

El otro día zapeando, que no zapateando, vi en la 6ª al tal Wayomi, comparando al periodista e historiador don Cesar Vidal con un panda. ¡Triste cosa, buscar defectos físicos en tus semejantes para hacer reír a los necios! Y más triste todavía, cuando lo hace un supuesto humorista, al que se le supone ingenio, recursos y guionistas que le escriban gracias menos chuscas.
Sin duda, que al señor Vidal le gustaría tener mejor aspecto, pero ¿qué va a hacer el hombre? Él no es responsable ni de sus genes, y seguramente que tampoco lo es de su salud; como tampoco lo es usted de tener ojos de sapo; con un gesto, que parece que lo hubieran pillado in fraganti y quisiera convencer con los ojos al policía de que ha sido sin querer. Sé que caigo en lo predico, pero le vendrá bien cobrar con la misma moneda para que se dé cuenta de su falta ¡Lo siento por usted!
Sólo cuando no tienes respeto a las personas, ni argumentos que oponer al contrario, buscas la comparación grotesca, para que cuatro asensados rían la gracieta que se queda en mofa.
No se canse Wayomi: sus méritos y los de Cesar Vidal son incomparables. Para empezar, él tiene nombre y apellidos; aparte, tiene dignidad y expresa opiniones propias; usted por el contrario, aparenta ser un pícaro con ínfulas de listillo, pero, al rascarle un poco, se destapa en usted el uniforme de lacayo que insulta por encargo.
De todas maneras, siendo el panda y el sapo dos animalitos dignos de respeto, me quedo con el panda. Lo siento por el sapo: admiro su labor y no le haré ningún daño, pero siempre me ha dado un poquito de prevención.

jueves, 22 de enero de 2009

Wilson es un héroe

Hace veinte años, un amigo entró en la tienda de alimentación de su calle y sorprendió a un atracador que estaba amedrentando a los dueños; sin pensarlo, se abalanzó sobre él y lo redujo, golpeándole la cabeza contra el mostrador.
Cuando llegó la policía, les dijo, que el caco se había asustado y que en la huida tropezó y se golpeó en la cabeza. Los tenderos lo confirmaron. Uno de los policías se sonrió y se llevaron al caco, pero les dijo: "Si hubieran dicho que lo habían golpeado, hubieran tenido problemas".
Así se ha ido conformando la opinión pública en un país donde los delincuentes son intocables, y a los que hay que tratar con un cuidado exquisito, mientras nos roban y nos asesinan. La policía tampoco es ajena a este problema, que en cualquier detención sufren la denuncia de los delincuentes al menor rasguño o grito y suelen ser exquisitos en el trato al delincuente.
Wilson es un héroe porque se atrevió a golpear con una herramienta de hierro a un individuo que estaba clavándole el cuchillo a una mujer mientras la gente, en lugar de ayudarle, escapaba.
Los Wilson vienen de países donde se las tienen que arreglar solos para defenderse de los delincuentes y aun de la policía, cuya imagen no es nada buena. En este caso, harán una excepción con él y seguramente no le pedirán cuentas por las lesiones que haya causado al homicida, porque los delitos de género tienen una catalogación especial para los medios de comunicación, que son los que crean opinión en nuestro país.
Tienen que venir de fuera los Wilson para poner en evidencia nuestras carencias, y hacernos entender que con los delincuentes no se puede tener contemplaciones, si no queremos que la calle se convierta en una selva. Que debemos respetar y dar mayor margen de maniobra a nuestra policía, atada de pies y manos por leyes, jueces, medios de comunicación, y también por los cives, que en muchas ocasiones abuchean a los policías cuando, en nombre del Estado, ejercen el monopolio de la violencia.
Sin un margen de confianza, la policía se reprime y es en perjuicio de todos. No podemos depender de un Wilson espontáneo que arriesgue su vida para evitar un delito. Los cives debemos asumir la situación y no permitir jamás el delito, arriesgando nuestra vida si es necesario hasta que la policía aparezca, en la confianza de que viene en nuestra ayuda. Los delincuentes son valientes porque saben de la cobardía de los ciudadanos y la mansedumbre de la policía. Eso puede cambiar si los López, los Jiménez y los García asumimos nuestra responsabilidad, y hacemos frente a los delincuentes hasta que aparezca la policía, como lo hizo Wilson, en lugar de echar a correr.
Los políticos por su parte, harían bien en devolver a la policía sus poderes, que hay una gran distancia entre el uso de la fuerza y el abuso de poder. Es mejor que la policía utilice la fuerza para reprimir los delitos, que lo hagan los López o los Wilson porque no hay policía. Y es triste saber, que muchos delincuentes vienen a nuestro país, porque les han dicho que aquí la policía no pega y los trata bien.
Gracias Wilson: sin duda, mereces la medalla al valor, pero quiero que sepas, que el país al que has venido a vivir, que fue capaz de conquistar América, hoy es un corral de gallinas.

miércoles, 21 de enero de 2009

¿Pueden echarnos del Euro?

Escucho con preocupación, que las autoridades monetarias europeas podrían echar del Euro a España y a otros socios poco cuidadosos con la administración de las economías de sus respectivos países. Eso significa que esos gobiernos han sido muy poco respetuosos con el dinero que los ciudadanos hemos puesto a su disposición, y por lo tanto, muy poco respetuosos con nosotros.
De momento podría ser un aviso para que nuestro gobierno y otros, modifiquen su conducta y comiencen a administrar los recursos públicos con sentido común, con la responsabilidad y cuidado que hace unas décadas se suponía en todo buen padre de familia, pero me temo que sea tarde.
Para prevenirlo, la fórmula hubiera sido sencilla, que la economía de un país no es tan diferente de la economía familiar o individual. Las gentes responsables no se gastan todo lo que ganan: cuando las cosas van bien procuran invertir dentro de sus posibilidades y ahorrar lo que pueden, por si las cosas se ponen difíciles. Si llega un momento de crisis, procuran reducir los gastos para acomodarlos a la posible disminución de ingresos, y ese es el momento de echar mano de los ahorros, para poder aplicar la solidaridad familiar, en el caso de que se preciso ayudar o acoger a algún hijo, hermano, etc. que se vea necesitado.
Cualquier persona, familia o gobierno que en época de vacas gordas, en lugar de ahorrar se dedica al despilfarro, cuando llegan las vacas flacas, lo encuentran tieso. No hablemos de nuestras ínclitas Autonomías.
Me pregunto ¿qué sucedería si nos echaran del Euro? Espero que no, pero si así fuera, con este gobierno y las cohortes de autonomías despilfarradoras que nos esprimen, veo a este país en el caos más absoluto.
¡Que Dios nos ampare, si no nos podemos amparar nosotros!

domingo, 18 de enero de 2009

El Estado de las Autonomías a debate: Después de 30 años, ¿nos beneficia o nos perjudica?

Después de 30 años de desarrollo constitucional a nuestras espaldas, y en un momento de crisis galopante que nos tiene atemorizados, nos damos de bruces con la cruda realidad: además de las dificultades que tenemos para afrontar nuestras propias deudas, nos damos cuenta de que no nos rebajan los impuestos porque tenemos que financiar los gastos que originan nuestros 20 gobiernos constitucionales (1 gobierno central, 17 autonómicos y dos ciudades autónomas). ¡Casi nada! 20 gobiernos para un territorio que se cruza en 40 minutos de avión o en 12 horas de coche, con una de las densidades de población más bajas de Europa. ¿A quién se le ocurrió semejante dislate?, ¿cómo se lo consentimos? No es momento de lamentarse, pero lo que no podemos es mantener ni un día más una organización gigantesca e innecesaria que beneficia a unos pocos y arruina a la mayoría.



Tímidas voces comienzan a cuestionar el llamado "Estado de las Autonomías", al que ven, como un grave error: una fórmula de gobierno excesiva para un país pequeño en extensión y con buenas comunicaciones, que lastra económicamente nuestro presente, y amenaza nuestro futuro. Se ha desarrollado a conveniencia de los nacionalismos, por la debilidad que han venido manifestando los sucesivos gobiernos centrales, debido a otro dislate mayúsculo originado por una Ley Electoral, que también urge reformar.

Seguramente, que la mayoría de los llamados "Padres de la Constitución" pusieron buenas intenciones cuando redactaron la parte que trata de las Autonomías; pero vemos que no juzgaron bien a los nacionalistas, alguno de los cuales aún presume de no haber votado la Constitución. ¡Bien que la aprovechan! Siempre han buscado la separación. Aunque en su mente está abandonarnos cuando no tengamos nada más que ofrecer.


Hay quien defiende que el desarrollo económico que hemos tenido en España ha sido gracias al desarrollo autonómico. Otros opinan lo contrario: que si en lugar de un Estado Autonómico, hubieran optado los "Padres de la Constitución" por un Estado Central fuerte, apoyado en la organización provincial existente, el desarrollo económico de estos 30 años de democracia hubiera sido mayor. Les hubiera bastado con añadir a la organización provincial, funciones de coordinación y apoyo a los ayuntamientos de cada provincia, para convertirlos en el apéndice más cercano de la administración al ciudadano. Todo estaba hecho y únicamente hubiera sido cuestión de adaptar la organización existente a las nuevas leyes constitucionales. Ahora tenemos las Autonomías, pero los ciudadanos seguimos desamparados, y los ayuntamientos, que son los entes más cercanos a los cives, carecen de financiación, pues los recursos se los quedan las Autonomías.


A treinta años vista, el panorama que tenemos es inquietante, por más que la mayoría cierre los ojos, empeñada en no ver el problema. Ha costado un potosí desarrollar los gobiernos autonómicos, y hoy, cuando están a pleno funcionamiento, tienden al derroche, lo que dificulta cada vez más su financiación; pero no es eso sólo, que las diferentes Autonomías tienden también a distanciarse unas de otras haciendo políticas de diferenciación con las demás. sobre todo cuando están gobernadas por partidos distintos o cuando en esas comunidades hay una lengua diferente, a la que potencian en perjuicio de la lengua común, a la que arrinconan. Esas comunidades suelen renunciar a la historia común de todos los españoles, inventándose la suya propia; dejan de inculcar a los niños los mismos valores en la educación, y prescinden de una cultura común que tantos siglos nos ha costado adquirir.


Respecto al Poder Central, la situación que se detecta es de debilidad respecto a determinadas Comunidades Autónomas:


. Un Gobierno Central débil con sus ministros y sus ministerios (muchos de ellos sin competencias conocidas o duplicadas con las Autonomías).


. Un parlamento, con su Congreso y Senado, dónde la disciplina de voto rompe la figura del diputado, que no pinta nada o pinta muy poco en el panorama político y en la defensa de los intereses de sus votantes.


. Un poder judicial, que depende del ejecutivo hasta extremos inusitados, y que no funciona.


El papel dependiente que ejercen en España los poderes Legislativo y Judicial respecto del Poder Ejecutivo haría palidecer a Montesquieu, que suspendería a nuestra clase política, por no haber entendido o no haber querido aplicar su teoría sobre la división de poderes. La conclusión a que se llega, es que, en nuestro país, la democracia como tal no existe; en esto desgraciadamente Spain is diferent y peor.


El Poder Autonómico, que se supone respondía a la necesidad de acercar la Administración al ciudadano, ofrece un panorama todavía peor, con 17 Autonomías, más las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. A los males citados de falta de separación de poderes, añade males nuevos que tienden a romper entre otros el principio de solidaridad territorial, y el principio de igualdad ante la ley de los ciudadanos españoles, que en función de su residencia, son ciudadanos de primera o de segunda.


. 17 gobiernos autónomos, más los de Ceuta y Melilla, obsesionados por el gasto, con su Presidente y sus ministrines, en coches oficiales más o menos blindados, con guarda espaldas incluidos.
. 17 parlamentos con sus correspondientes diputados, que disputan al Parlamento Central sus funciones, y hacen que la legislación de las distintas Autonomías sea diferente. Apañado estás cuando tienes que hacer gestiones en una administración diferente a la tuya (Herencias, etc.). En cada sitio se pagan diferentes tasas.
. 17 organizaciones judiciales atascadas.



En el Estado de las Autonomías las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no lo tienen fácil:


. Cuando llegó esta pseudo democracia a España, disponíamos de un ejército regular con pocos medios, pero asentado en todo el territorio nacional. Entre unos y otros lo han convertido en un ejército profesional, que no ejerce como ejército, sino como ONG, y que, de hecho, está ausente de algunas Autonomías, e incluso de España. Muchos cuestionamos que en estos momentos esté en condiciones de cumplir con el papel que la Constitución le otorga como garante de la soberanía, independencia y defensa de la integridad territorial de España.


. La Guardia Civil y la Policía Nacional también han abandonado algunas Autonomías, desplazadas por la policía autonómica correspondiente.

. La policía local, por su parte, se han visto incrementada notablemente, sustituyendo a la Policía Nacional, Guardia Civil o Policía Autonómica en alguna de sus funciones.


Con tanta variedad de fuerzas policiales, la coordinación no es fácil, y quien sale beneficiado no es el buen ciudadano. Al final, el Estado se ha visto obligado a elegir entre guardar el orden o la seguridad y ha optado por guardar el orden; la seguridad de las empresas y particulares ha pasado a ser un negocio al margen del Estado y los ciudadanos nos vemos obligados a contratar servicios privados de seguridad y vigilancia porque el Estado no puede garantizarla. Así, pululan por nuestro país pequeños ejércitos privados y armados que seguramente superan al policial, muchos de cuyos miembros, puedan o no, ejercen como guardias de seguridad en sus ratos libres.


En un momento de crisis como el actual, se dice de nuestro país que le será muy difícil salir de esa crisis, porque nuestras empresas no pueden competir en productividad ¡Vamos!, que los trabajadores españoles no somos productivos.


¿Cómo lo vamos a ser?: Entre el Estado Central, las Autonomías, las Policías Autonómicas, todas con sus funcionarios "fetén", a los que hay que añadir los funcionarios "añadidos" de partidos políticos y sindicatos, que al final también cobran de los Presupuestos Generales del Estado, sumamos un número de gente que supera con mucho el 30 % de la población activa.


En estos momentos difíciles algo tendremos que hacer los contribuyentes: seguramente que no podemos romper la situación de hoy para mañana, pero sí ir concienciando a nuestros amigos de la necesidad de cambiar nuestro voto y otorgarle nuestra confianza a los políticos que propongan suprimir las Autonomías y reforzar el Estado Central. Con ello podremos librarnos de unos gastos innecesarios, que podremos dedicar a incrementar la productividad y el desarrollo económico del país, arrinconando con nuestro voto a los partidos políticos que defiendan las Autonomías o el separatismo.


Defendamos con nuestro voto la igualdad ante la ley, la lengua común, una educación racional y unificada que no desconozca la geografía del vecino ni la historia común, la igualdad como contribuyente, la solidaridad, la racionalización del gasto, etc., etc.


El dinero lo ponemos nosotros. No dejemos que los políticos se nos impongan: son como el administrador de la comunidad, empleados nuestros.


No nos conformemos con ponerlos verdes: ¡Mandémoslos a sus casas antes de que nos arruinen y nos echen a reñir a unos contra otros!