El 22 de marzo de 2012 se cumplirán 700 años de la abolición del Temple. Quedan 3 años, pero iremos viendo como se acelera más aún el resurgir de templarismo en los medios de comunicación. Los templaristas insisten en la inocencia de los Templarios. Cuando los inocentes no se defienden terminan siendo culpables, y al revés: cuando los culpables insisten mucho en su inocencia, hay quien termina creyéndoles. Esto es lo que pasa con los Templarios. Los Templarios no dicen nada, que están muertos, pero, extrañamente, siguen teniendo voceros en nuestros días, que insisten machaconamente en la tesis de que los Templarios eran inocentes de los crímenes por los que fueron condenados.
¿Es normal que sigan encendiendo hogueras templarias, para seguir atizando brasas que de otra forma serían cenizas apagadas y esparcidas por el viento?, ¿quién anda detrás de este asunto? Está claro, que detrás del resurgir templario están los de siempre: los que en su momento instituyeron una orden de monjes soldados para disponer de una milicia de la que entonces carecían. Soldados que les hubieran permitido dominar el mundo, sin depender de las tropas de rey o emperador alguno.
Hoy no necesitan a los Templarios, que cuando un rey y un papa rompieron en el siglo XIV sus planes de dominación mundial, rápidamente pusieron en práctica otros planes, que al final han tenido éxito: hoy dominan el mundo a través del dinero, y disponen de ejércitos y naciones a su servicio que son las más poderosas de la Tierra. Son gentes extrañas que sirven a su Señor, al Príncipe del Mundo, al Señor del Mundo, al Señor de la Materia, al Gran Arquitecto, el Señor del Mal, Satanás: un hijo de Dios enemigo del Padre. Aunque estos dueños del mundo no necesitan a los Templarios, quieren resucitarlos y convertirlos en inocentes víctimas, para demostrar a sus antiguos enemigos que son ellos los que han ganado la batalla final.
¿Eran buenos cristianos los templarios? Los templaristas no insisten mucho en defender ese detalle. Habría de todo, pero los jefes templarios, sólo eran cristianos por fuera.
¿Y son cristianos los templaristas que los defienden? Algún cristiano despistado habrá entre ellos, que engañados los hay en todas partes. La mayoría de esos defensores de causas imposibles odian a la Iglesia -a la de ayer y a la de hoy- sin pensar que la Iglesia no es una, ha variado a lo largo del tiempo, y dentro de la Iglesia hay muchas facciones e intereses diferentes. Estos templaristas se alinean entre los intelectuales progres, que los progres defienden cualquier injusticia cuando la achacan a la sociedad tradicional. Si la injusticia procede de otros progres, miran hacia otro lado, que cualquier crimen está justificado si por medio hay una revolución de las suyas. Luego, en los países donde se imponen, la cárcel, la muerte, la desigualdad y la injusticia, suele ser una constante, que siempre afecta a los de abajo. Faltan tres años como digo, pero no os extrañe que este Papa o el próximo se vean obligados a declarar nula la bula “Vox in Excelso” que disolvió a los Templarios, para reparar la injusticia cometida contra ellos: “Cosas peores veredes, amigo Sancho”, y ya comenzaron presentando un documento muy sospechoso, encontrado por la medievalista Bárbara Frale en el Vaticano, donde eran declarados inocentes por el mismo Papa que los disolvió.
¿Es normal que sigan encendiendo hogueras templarias, para seguir atizando brasas que de otra forma serían cenizas apagadas y esparcidas por el viento?, ¿quién anda detrás de este asunto? Está claro, que detrás del resurgir templario están los de siempre: los que en su momento instituyeron una orden de monjes soldados para disponer de una milicia de la que entonces carecían. Soldados que les hubieran permitido dominar el mundo, sin depender de las tropas de rey o emperador alguno.
Hoy no necesitan a los Templarios, que cuando un rey y un papa rompieron en el siglo XIV sus planes de dominación mundial, rápidamente pusieron en práctica otros planes, que al final han tenido éxito: hoy dominan el mundo a través del dinero, y disponen de ejércitos y naciones a su servicio que son las más poderosas de la Tierra. Son gentes extrañas que sirven a su Señor, al Príncipe del Mundo, al Señor del Mundo, al Señor de la Materia, al Gran Arquitecto, el Señor del Mal, Satanás: un hijo de Dios enemigo del Padre. Aunque estos dueños del mundo no necesitan a los Templarios, quieren resucitarlos y convertirlos en inocentes víctimas, para demostrar a sus antiguos enemigos que son ellos los que han ganado la batalla final.
¿Eran buenos cristianos los templarios? Los templaristas no insisten mucho en defender ese detalle. Habría de todo, pero los jefes templarios, sólo eran cristianos por fuera.
¿Y son cristianos los templaristas que los defienden? Algún cristiano despistado habrá entre ellos, que engañados los hay en todas partes. La mayoría de esos defensores de causas imposibles odian a la Iglesia -a la de ayer y a la de hoy- sin pensar que la Iglesia no es una, ha variado a lo largo del tiempo, y dentro de la Iglesia hay muchas facciones e intereses diferentes. Estos templaristas se alinean entre los intelectuales progres, que los progres defienden cualquier injusticia cuando la achacan a la sociedad tradicional. Si la injusticia procede de otros progres, miran hacia otro lado, que cualquier crimen está justificado si por medio hay una revolución de las suyas. Luego, en los países donde se imponen, la cárcel, la muerte, la desigualdad y la injusticia, suele ser una constante, que siempre afecta a los de abajo. Faltan tres años como digo, pero no os extrañe que este Papa o el próximo se vean obligados a declarar nula la bula “Vox in Excelso” que disolvió a los Templarios, para reparar la injusticia cometida contra ellos: “Cosas peores veredes, amigo Sancho”, y ya comenzaron presentando un documento muy sospechoso, encontrado por la medievalista Bárbara Frale en el Vaticano, donde eran declarados inocentes por el mismo Papa que los disolvió.
Si eso ocurre, querrá decir que vuelven a mandar también en la Iglesia de forma explícita.
Pero, ¿de qué eran culpables los jefes Templarios? Eran culpables de traición, de traicionar a la cristiandad en favor del Señor del Mal. Quien les castigó por ello sabía el papel que jugaban en la partida.
De los que les retiraron del poder hablaremos en otro momento.
informate bien en las bibliotecas antes de sacar una lectura de estas o vicita en youtube leonardo da vinci curioni nunca esta de mas el saber y ademas no ocupa tanto lugar.saludos .ignacio
ResponderEliminarIgnacio, comprendo que te escandalicen mis palabras, pero no pienses que la verdad se puede encontrar en YouTube o en las bibliotecas. En las bibliotecas sólo está plasmada la verdad oficial, la autorizada; en YouTube habrá de todo. Yo no opino, afirmo. En cualquier caso, es complicado escribir contra corriente y más intentando defender a una Iglesia muchas veces indefendible, pues esta Iglesia ha sido gobernada por amigos, pero también por enemigos de la cristiandad.
ResponderEliminarPrueba a discrepar de lo oficial, de lo que te han contado como cierto e indubitable y verás la de sapos que te han hecho tragar. Si lo que te he contado es otro sapo, al menos será un sapo diferente, una medicina para que despiertes.
Los caballeros del temple descubrieron un secreto eso fue lo que a la iglesia no le pareció correcto, y es por eso que decide acabar con la militia de Dios. El secreto debe ser uno de todos los que fluyen por la red en fin ai algo oculto en todo este enredo
ResponderEliminarPues no, querido anónimo: los templarios no descubrieron ningún secreto de la Iglesia; ellos eran el secreto: que formando parte de esa Iglesia, servían a los enemigos de la cristiandad, como lo hacían desde antaño los cluniacenses y sus hermanos cistercienses (benedictinos todos), aportando dóciles Papas a la Iglesia.
ResponderEliminarLos templarios y otras órdenes afines de monjes soldados, estaban siendo preparadas para constituir un ejército europeo que acabase con el poder de todos los reyes en Europa e instaurar en su lugar lo que se conoce como la Sinarquía.
Nada de secretos ni de victimismo. Pura ansia por el poder de los enemigos de la cristiandad de entonces, que dominando el poder dentro de la Iglesia, querían también apoderarse de Europa y dominar a sus naciones sin reyes de por medio.
El Papado lo venían acaparando desde hacia unos siglos, pero les faltaba un ejército que les diera total independencia. Las cruzadas fueron la excusa para crearlo, sin que ningún rey se opusiera; unos cientos de años después, ese ejército se había infiltrado en toda Europa creando encomiendas (que pasaban por conventos, cuando eran entidades bancarias) e inocentes granjas, (que podían romper el mercado de productos agrícolas con precios tirados). Cuando ese ejército estuvo aposentado en toda Europa, los viejos enemigos de los cristianos, impulsores en la sombra de las cruzadas, perdieron el interés por los Santos lugares, y los dejaron caer en manos musulmanas, repartiéndose los templarios por toda Europa.
Pero no todo el mundo es parvo, ni ahora ni entonces: Felipe IV de Francia (el Hermoso), asesorado por las nuevas órdenes religiosas de los dominicos y de los franciscanos, consiguió poner un Papa afín al partido Gibelino en la Iglesia, engañando al partido Güelfo, que creía que Bertrand de Got (Clemente V) era de los suyos. Con los dominicos y franciscanos a cargo de la Inquisición, los enemigos de la Iglesia, que vivían a sus anchas dentro de ella perjudicando al resto de la cristiandad, tuvieron que escapar para no ser quemados por los ardorosos inquisidores.
La alianza del rey de Francia con los dominicos y franciscanos, les permitió dominar el Papado y la Inquisición, lo que les permitió acabar con el peligro de Sinarquía en Europa, disolviendo a la orden del Temple. Eso sí, el nuevo Papa tuvo que escapar de Roma, donde hubiera sido presa fácil de los engañados Güelfos, pasando a residir en Avignon.
Amigo anónimo: aunque se manipule la historia, siempre acaba llegando alguna noticia hacia el futuro, que nos hace intuir lo que ocurrió; es el juego de siempre: confabulaciones financiadas por el capital de cada época, asesorado por los sacerdotes del Príncipe de este mundo, para no perder el poder y el control que tiene sobre los hombres vivos. No te diré más piensa un poco sobre quién es quién en esta historia: entonces y ahora.