sábado, 6 de agosto de 2016

Un respeto para los votantes


Llevamos muchos meses en España con un gobierno en funciones porque los partidos políticos no aceptan el resultado electoral. No es otro el problema: hemos votado dos veces y como no les ha gustado ese resultado no quieren ponerse de acuerdo para formar gobierno.

Imaginemos que en la comunidad de vecinos se presentaran varios candidatos a administrador, eligiéramos a uno y los demás administradores bloquearan nuestra elección.

Tendremos que tomar medidas contra los partidos políticos que bloquean la situación, principalmente contra el PSOE, que es el que se niega a todo: dicen sus voceros que ellos pasan a la oposición y piden al PP que se entienda con otros partidos de derechas. Lo que no dicen es que esos partidos de derechas son independentistas y que si el PP se entendiera con ellos se pondría la soga al cuello. En esa trampa, ellos serian los primeros en darle una patada a la banqueta del PP, para dejarlo colgado y pateando por la asfixia, acusándolo de pactar con independentistas, en un momento en el que los independentistas catalanes nos han echado un órdago a todos los españoles.

La Ley Electoral ha de ser modificada de inmediato, para que el ganador de unas elecciones se haga con la presidencia del Gobierno de España, regalándole los escaños necesarios para que tenga mayoría absoluta sin necesidad de pactos o con segunda vuelta.

De momento, el señor Sánchez Castejón es el responsable de la situación, y ya que en su partido no lo tiran por la ventana, habrá que hacérselo pagar en la urnas. Este señor, sin oficio ni beneficio, ha perdido sucesivamente dos elecciones a la baja, apesar de lo cual, sigue imponiendo su presencia como Secretario General al PSOE a un partido centenario. El PSOE tiene una historia poco edificante, pues llevó a nuestros abuelos a una guerra civil. Con semejante historia sangrienta, llena de traiciones, de corrupción y de delitos, viendo que en la etapa democrática se ha radicalizado y que ha dejado de funcionar como un partido democrático dialogante, es mejor que desaparezca.

Lo siento, pero no es un partido de fiar.