sábado, 12 de diciembre de 2015

AY, AY, AY… LO QUE ME DICE BALAY, QUE ENTRE MI MENDA Y ENDESA, BALAY ELIGIÓ AL QUE MÁS PESA.



Por aquello de que están en Zaragoza y trabaja gente conocida, casi siempre he comprado los electrodomésticos de esa marca. En cuanto a duración y problemas, lo normal: ni son la última maravilla ni los peores. Nunca estás libre de que alguno te dé problemas, pero hay que confiar en que sean subsanables por uno mismo (un botón cruzado en el desagüe, un tubo atascado, etc.). A lo largo de los años, que ando en los 60 y he vivido en varias casas, han pasado por mis dominios: dos cocinas de fuegos con horno incluido, 6 vitro cerámicas, 6 campanas extractoras, 5 hornos, 5 lava vajillas, 6 lavadoras, 1 frigo, 5 combis, 4 microondas, y algún electrodoméstico más que no recuerdo, casi todos marca Balay, muchos de los cuales todavía funcionan.

Esta pasada semana tuve un problema con una vitro cerámica estrecha que compré para la bodega, y aunque en ella se podían hacer chuletones sobre el cristal, tuvo la limitada función, de mantener caliente algún guiso o hacer café en una cafetera grande. En total, en cuatro años, la habré utilizado 10 o 15 veces. Eso indica su brillo y falta de rayujos. Un día me la encontré con una alarma oscilante. Seguí las instrucciones: quitarle la corriente durante algunos segundos y volver a conectarla, sin suerte; me leí las cláusulas del seguro hogar, por si podían pagarme el arreglo, pero no incluía este electrodoméstico, así que llamé al servicio oficial de Balay: me harían un presupuesto que valía 20 €, y si decidía repararlo, los 20 € quedarían incluidos en el arreglo. Me pidieron 140 € por la reparación. No me quedó otro remedio, pues, aparte que una vitro nueva me costaba 300 €, era algo más grande y me hubieran tenido que agrandar el agujero de la encimera, que es de piedra.

Yo intuía que la avería había tenido que ver con dos hechos: haber estado siempre conectada, y disponer de un circuito de vigilancia que avisaba si se derramaban líquidos o había algún objeto encima. La conexión eléctrica es del tipo de hilos atornillados a una ficha. Bueno, en eso me quedé. Me entregan la vitro y me dan una factura donde dice: componente cortocircuitado por posible sobretensión.

¡Coño!, esa era otra historia, que las sobretensiones me las cubría el seguro. Iluso de mí. Llamo al seguro y me dicen que me abren un parte, pero que les acompañe un informe técnico que diga sin más, que la causa de la avería ha sido una sobretensión; pensando que era pan comido, me dirijo en persona a Balay y me deja bien claro el empleado que NO VAN A CAMBIAR NADA, hasta me dice el muy cretino, que sería falsificación de documento privado. Le pregunté: ¿por qué entonces han citado como causa de la avería una posible sobretensión si no lo pueden afirmar, podían haber dicho que había sido por un posible martillazo u otra causa? Discusión sin sentido. El tipo tenía la cartilla bien leída y carecía de criterio propio. Le aseguré que tendría repercusión y que lo publicaría en internet. No se cortó un pelo el "bien mandao": “Balay sabrá qué medidas tomar”, dijo, como si expresar mi opinión como cliente fuera delito. Apañados estaríamos con los hoteles o restaurantes si persiguieran a los clientes que los han puesto verdes, airados por el trato recibido. Aún me dice el pajarito que vaya a un laboratorio y que me hagan un informe. Sí, a eso le llaman hacer de la torta un pan. A propósito, para eso me tenía que haber dado la pieza averiada, que se la han quedado.

He buscado casos parecidos en internet y he comprobado que estamos vendidos, tratando como tratamos con gentes de Patio de Monipodio o peor, incluyendo:

-        A las eléctricas, que nos meten sobretensiones en las casas y estropean nuestras máquinas, sin asumir ninguna responsabilidad. Apáñatelas después para probar que hubo sobretensión, pues nunca lo reconocen. A veces publican los cortes de luz con antelación, pero lo normal es que sean sobrevenidos y vaya usted a saber. Lo cierto es que las sobretensiones acontecen cuando, después de un corte, conectan la corriente. La única posibilidad que tenemos los usuarios para reclamar daños es investigar entre los vecinos, por si se les han estropeado televisores, ordenadores, etc.

-        Al Estado, que no nos protege de las eléctricas, pues les debería imponer un control técnico obligatorio y publicar todos los meses las incidencias: cortes y subidas y bajadas de tensión, con las causas. Obligándoles a asumir los costos de los daños acontecidos. Lo que les obligaría a instalar las protecciones necesarias en la red para evitarlo.

-        A las compañías de seguros, que dicen proteger de sobretensiones cuando resultan imposibles de probar, dejándonos inermes a los asegurados. Nos venden humo. Se van a enterar dentro de un mes, que toca renovación.

-        Y a las compañías de electrodomésticos como Balay, que a la hora de posicionarse, lo hacen en favor del platillo de la balanza que más pesa, en este caso en favor de Endesa. Los muy cobardes, no se atreven a ponerse del lado de sus clientes, que somos los que les compramos sus cacharros. Que yo no pido que mientan, pero ellos tienen capacidad técnica para certificar la causa de la avería y no quieren hacerlo.

Pues bien: ya no estará enchufada la vitro, he instalado enchufe y clavija y estoy pensando en un aparato protector para toda la casa. No me fío de las sobretensiones de Endesa, pero tampoco descarto lo que llaman obsolescencia programada, que consiste en que pasado un tiempo, los fabricantes consideran que tenemos que renovar los cacharros e instalan un circuito que los estropea. Como esto no es fácil de probar, queda otra posibilidad más pedestre pero más segura, que es en la que creo:

Balay misma se ha puesto en el disparadero: si dicen que ha podido ser una sobretensión, pero no pueden afirmarlo, yo puedo pensar y decirlo abiertamente, que mi vitro era una chapuza de electrodoméstico y que por eso se ha estropeado, pues un componente electrónico se ha cortocircuitado solo.

A cada cual lo suyo señora: el hotel de pena, el restaurante flojo y caro, y los electrodomésticos… Balay, que "Mejores No Hay"… decía el anuncio sin sonrojo. Pronto me tocará renovar algunos, que, a trancas y barrancas y con algún percance, ya han cumplido los 10 años.

¿Creen que debo repetir?