jueves, 22 de diciembre de 2011

¡Ojalá me equivoque! Pero me da que con Rajoy, lo del 11M, el Faisán y lo de la ETA, tururú.


El mal siempre prevalece. No tengo la menor duda.

En los últimos años, he visto representado el mal en Zapatero, un personaje salido del PSOE, que ha torpedeado el esclarecimiento del 11M, enemigo de la educación, de la religión, del bienestar de los demás y de la vida; amigo de la ETA, de la traición en el bar Faisán, de la corrupción democrática, del saqueo de los caudales públicos regalando el dinero de todos a organizaciones afines, y autor de la ruina de España; alguien que se avergonzaba de ser español; un ser extraño que buscaba la destrucción de nuestra cultura, la vuelta al enfrentamiento civil, la división de España, y padre, en resumen, de muchas torpezas y/o maldades…
Hasta la llegada de los zapateros, el arquetipo tradicional de los enemigos de España venía siendo una confabulación judeo masónica: judíos y masones maquinando nuestra perdición en trastiendas ocultas. Pero ahora, salvo que estos pájaros hayan salido de esa trastienda, los enemigos de España son otros: la izquierda progre en general, los separatistas en particular y quien lo ha hecho posible: 22 años de socialismo y de desbarajuste coronados por este individuo encabezando una jauría de horcos. Hay quien dice que le damos demasiada importancia atribuyendo maldad a quien sólo es estúpido e incompetente, pero es que no se puede equivocar uno tanto si no es a mala idea, pues, por la ley de las probabilidades, en muchas tiradas, cualquiera acertaría una de cada dos veces, y no nos habría jodido con tanta eficacia.
Pero la paciencia tiene un límite: los españoles gracias a Dios hemos sido capaces de echar a los socialistas del gobierno y esperemos que por muchos años. Es cierto que nos han arruinado y que nos han metido en muchos berenjenales, de los cuales nos va a costar salir, pero ya haremos lo posible y seguro que salimos. Lo lamentable, y por eso he dicho al principio que el mal prevalece, es que el nuevo gobierno del Partido Popular, que es de signo contrario, tiene preparación y buenas intenciones, comienza con malos presagios:
Los españoles de bien hemos sido testigos en los últimos 7 años, de cómo se torpedeaba el proceso del 11M desde las instituciones del Estado, donde policías, fiscales, jueces y tribunales han hecho de todo. En este momento, en que la juez Coro Cillán ha sido capaz de no reblar, el CGPJ se ha atrevido a actuar contra ella, en un proceso que puede acabar con su carrera judicial. Sabemos que lo hacen para evitar que saque adelante la verdad sobre el 11M (pruebas falsas, etc), y sobre todo, para que otros jueces se amedrenten y no sigan por el mismo camino. Estábamos esperanzados de que con el cambio de gobierno las cosas cambiarían, pero ha sido un jarro de agua fría para todos los españoles de bien, ver que el nuevo Presidente de Gobierno, el señor Rajoy, ha nombrado como ministro de Justicia al alcalde de Madrid. El señor Gallardón se desmarcó avalando la versión oficial de los hechos sobre la tragedia del 11M, cuando todos los que tenemos ojos en la cara vimos que el proceso judicial había sido una charlotada, en la que habían querido convencernos de la autoría de Al Qaeda, cuando Al Qaeda nada tenía que ver con los atentados.
No esperemos demasiado de un hombre como Gallardón que no se sabe a quién obedece, aparte de a sus tripas cuando le llaman, y por tanto, tampoco esperemos mucho, fuera de la economía, de un Presidente del Gobierno que ha sido capaz de poner a Gallardón como Ministro de Justicia, cuando podía haber creado para él la cartera de relaciones con las Comunidades Autónomas y tenerlo dando vueltas por España hasta volverlo loco o volviendo loco a los reyezuelos de semejantes pagos, revisando sus cuentas. Ya me pareció rocambolesco que el señor Rajoy se despidiera de Zapatero diciendo, que aunque se había equivocado –equivocaciones cometemos todos-, él le trataría como Presidente del Gobierno. ¿Se trataba de generosidad, de tontuna grandiosa o de puro acojono?, ¿le obligaba alguien a ser tan generoso con alguien tan mezquino? UN TIPO QUE NOS HA ARRUINADO Y NO HA PERDONADO NI UN SOLO DIA EN EL PODER, NO MERECE MÁS QUE UNA PATADA EN EL CULO Y RENDIR CUENTAS A TODOS LOS ESPAÑOLES Y A LA JUSTICIA POR FELÓN. Lo lógico hubiera sido darle el puesto de Ministro de Justicia al señor González Pons, que se había mostrado partidario de aclarar el 11M y respetar a las víctimas. ¿O quizás por eso mismo no ha sido nombrado ministro? Algo huele mal en este cambio de gobierno; muy mal. Solo faltaría que el tal Gallardón acabe nombrando Fiscal General del Estado a su prima la fiscal Olga “Vale Ya” Sánchez, la que dijo que el explosivo había sido Goma 2 Eco y “Vale ya”.
Bonitas palabras las que tuvo el señor Rajoy contra los filo etarras de Amaiur. Me gustaron. Pero mucho me temo que fueran sólo palabras. “Hechos son amores y no buenas razones” señor Rajoy: y como sus hechos vayan por donde apuntan, ya nos puede usted regalar las orejas con milongas, que por mucho que nos salve de la crisis, no nos habrá sacado de las garras de nuestros enemigos, los que llevan a cabo atentados como el del 11M y gobiernan a través de las ratas de las alcantarillas del poder. Lo tiene muy fácil señor Rajoy: solucione lo del 11M aclarándolo y llevando a la cárcel a los que pueda pillar y también a los del bar Faisán, etc. Suba hasta donde pueda, que ya imaginamos que los últimos responsables del 11M se sientan en amplios despachos en nuestro país y en palacios de gran lujo fuera de él. Luego a por los derrochadores. Eso significaría que usted pinta algo y que ha hecho valer los votos de los españoles frente a los poderes oscuros que se saltan las urnas; significaría que ha limpiado las alcantarillas.
Para que España se salve y tenga futuro necesita limpieza, sino, esta democracia se va por el tubo del retrete, por las alcantarillas, y de momento, por lo que se siente –que no nos huele nada bien-, da la sensación de que son las alcantarillas y no usted quien designa a los ministros de Justicia e Interior, para que todo siga igual. Si además es verdad lo que cuentan, de que al Ministro de Defensa lo nombra el Rey, ...
Sigo pensando, que es mejor que Dios nos pille confesados: Al margen de la crisis, lo más seguro es que veamos más de lo mismo, sino, ¿por qué votaron que sí a Rajoy los de PNV y se abstuvieron los siervos de la ETA? Hay una negociación empezada por ZP sin terminar. Veremos cómo termina la cosa. Por si acaso doy en el clavo, apoyaré con una cuota mensual a una asociación de víctimas del terrorismo decente, de esas que apenas reciben subvenciones, para que sigan dando la barrila hasta que se arregle lo del 11M ó todo reviente.


Lo repito: ¡Ojalá me equivoque!

domingo, 11 de diciembre de 2011

Urdanga... rín / Urdanga... rón



Urdanga... sin din,
Urdanga... sin don,
se casa pillín,
con una Borbón


Urdanga din din,
Cristina don don.


Urdanga... sin din
Urdanga... con don
comienza pillín,
y acaba pillón.


Urdanga… con din,
Urdanga… con don,
salpica a Cristín, 
y enfanga a Cristón. 


Tranquila Cristín,
sereno Cristón.

Urdanga… con din,
Urdanga… sin don,
los jueces dirán,
si tín o si tón,

¿Devolverá el din,
como perdió el don?
¿Urdanga sin din?
No lo creo yo.




jueves, 8 de diciembre de 2011

El Euro amenazado. ¿Quién le ataca?, ¿lo defiende alguien?


          Los dueños del mundo se han apoderado de un mundo que ya era suyo. Parece un contrasentido apoderarse de algo que ya es tuyo, pero no lo es. No sería la primera vez que un dictador se da un golpe de estado a sí mismo para continuar ejerciendo el poder con mayor comodidad: ahí está la Revolución Cultural China, que le sirvió a Mao para quitarse de en medio a la Banda de los Cuatro y a su propia mujer Jiang Qing que la encabezaba, a la que por lo visto no soportaba. Coloquialmente se le denomina “purga”:
   
1  Medicina que sirve para evacuar el vientre.

2  Expulsión de los miembros, considerados indeseables o sospechosos de no ser incondicionales, de una sociedad, una empresa o un partido, especialmente la debida a causas políticas.

3  Eliminación o limpieza de cosas inútiles, viejas o malas.


Su origen sin duda, viene del latín, que cede la palabra purga a la doctrina cristiana para su purgatorio.
Pero dejaré la historia y las explicaciones sobre las purgas y centraré la pelota, que ya sabemos para qué se hacen las purgas: sirven a los poderosos para reafirmarse en el poder, soltar el lastre que les sobra, y lo más importante: acabar con la competencia, que en política se llama oposición. Pero no nos perdamos entre dictaduras, que quien domina este mundo no son los políticos, son la gente que maneja la economía y la banca; los políticos son las marionetas de este teatrillo, en el que muchos nos jugamos el dinero para que estos pájaros se lo lleven crudo. No sé para qué querrán tanto dinero, si tienen la máquina que lo fabrica. ¿Es ansia? No es esta la primera vez que toco este asunto, pero no queda más remedio, ya que el problema persiste.
La tesis que persigo es sin duda conspiratoria, pero juzgar vosotros mismos si hay o no conspiración: parto de la idea de que alguien muy poderoso, desde la cúspide de este mundo, por su propia iniciativa o de acuerdo con otros socios, ha maniobrado para crear una crisis que generalice la ruina, el miedo y la desconfianza en todas las naciones. El objetivo general de esta conspiración se puede intuir: purgar al mundo de la economía para salir reforzados sus ejecutores con la ruina de todos; el objetivo concreto no lo conocemos, aunque seguramente lo podremos deducir a tenor de los ataques que viene sufriendo la Unión Europea y el Euro, que es la moneda que le hace la competencia al dólar.
No es intuición. El origen de esta crisis está en la teórica ruina de uno de los bancos más grandes del mundo, que era el banco de inversión conocido como Lehmann Brothers. ¿Por qué digo ruina teórica? Muy sencillo: es un contrasentido creer que alguien se ha arruinado cuando ha hecho un formidable negocio antes de arruinarse. En muchos casos, se arruinan las empresas, no los dueños, y en este caso ha sido así. Los de Lhemann crearon unos productos tóxicos que comercializaron entre todos los bancos del mundo y que resultaron que no valían un carajo (las hipotecas subprime). El negocio que hicieron fue vender deudas hipotecarias a todo el mundo, en las que el comprador percibía los pagos de los hipotecados; después de venderlas, apostaron a la baja contra sus propios productos, ganando otra fortuna mientras las subprime se hundían, con lo cual, conseguían nuevas ganancias a costa del mismo producto; ante los problemas que ocasionaron, quebraron la empresa, dejando su división bancaria en manos del Barclays Bank.
A Lehmann Brothers le acompañaba en esta fechoría otro socio de cuidado conocido como Goldman Sachs. Esta entidad, pía donde las haya, también participó en la colocación de hipotecas subprime y asesoró a la administración del gobierno conservador de Karamanlis en el falseamiento de las cuentas que Grecia debía presentar a la Unión Europea. En aquellos momentos, la delegación financiera en Europa de Goldman Sachs estaba en manos de Mario Draghi, el actual Presidente del Banco Central Europeo, y aunque éste ha negado que tuviera algo que ver con finanzas públicas mientras trabajó en Goldman, parece ser que mintió, ya que el propio banco italiano contradijo con datos a Mario Draghi. Goldman Sachs ha venido practicado una política de aparente generosidad, cediendo a sus directivos y consejeros o contratando a notables políticos, pero no es generosidad, son caballos de Troya que la entidad va colocando aquí y allá para gozar de información privilegiada y tener poder: tradicionalmente, directivos de la cuadra de Goldman Sachs vienen ocupando puestos de responsabilidad en las instituciones económicas más importantes de los Estados Unidos, y actualmente ha ampliado su influencia, exportando esa costumbre a Europa: Mario Draghi ha tomado posesión del BCE y se ha convertido en la más alta autoridad económica en Europa, pero no ha sido el único, otros dos técnicos de Goldman Sachs acaban de hacerse con la dirección de dos paises: Lukas Papademos con la quebrada Grecia, y Mario Monti con una Italia que continúa grogi, después de la paliza que ha recibido en los mercados de deuda. La característica común de ambos mandatarios, que han accedido al poder de dos estados europeos a través del miedo y sin presentarse a unas elecciones. Es decir, no los han elegido ni los griegos ni los italianos, los ha elegido Goldman Sachs y ¡Ojo! Nadie le ha preguntado a Papademos por su participación en el maquillaje de las cuentas falsas que presentó Grecia en la UE. Quieren hacerles creer a los griegos que este señor es honorable y ajeno a los engaños acontecidos en Grecia, y no.
Así, mientras el mundo nada en las turbulentas aguas de la desconfianza y de la ruina por culpa de estas dos empresas, los grandes capitales de este mundo se refuerzan, incrementando enormemente su fortuna a través de movimientos denominados “a corto”; en ellos, los grandes negocian acciones y deuda pública aprovechando rumores y desmentidos que ellos mismos fomentan a través de sus agencias de calificación. Las principales agencias de calificación son Standard and Poor`s, Moody’s y Fitch. Aunque hay más, éstas son las más importantes. Todas ellas están muy desacreditadas profesionalmente, pero sus calificaciones encuentran fácil eco en los medios de comunicación de todo el mundo, consiguiendo así influir en los mercados; por otra parte, según Frank Partnoy, funcionan como un oligopolio. Podemos intuir que estas agencias no son independientes –no somos estúpidos, aunque nuestros dirigentes políticos y económicos parecen serlo- ver el artículo de Expansión al respecto http://www.expansion.com/2011/07/28/empresas/banca/1311889721.html: en él se dice que Moody’s cotiza en bolsa, pero sus más importantes accionistas, ocultos detrás de holdings, mueven billones de dólares y tienen más del 53% de sus acciones; Standard and Poor’s por su parte, no cotiza en bolsa, pero comparte dueños con Moody’s; First es más pequeña, y comparte el negocio y las malas artes con las anteriores. Sus verdaderos dueños, ocultos tras discretos consejos de administración, manejan billones en fondos; con ellos, alquilan acciones o títulos de deuda que venden de inmediato; hemos podido comprobar cómo, en los últimos meses, sus agencias han seguido un plan coordinado para bajar la calificación de títulos, empresas o países, con lo cual, consiguen rebajar en los mercados el precio las acciones, productos financieros diversos y deuda pública; inmediatamente, recompran los títulos a precio inferior, y devuelven los títulos a sus dueños pagando el alquiler y embolsándose jugosas ganancias. La bajada de los precios en forma de escalera, auspiciada por ellos mismos, les ha permitido conseguir ganancias inimaginables para el resto de los mortales. Para ellos, el azar no parece existir, lo que resulta injusto. El poder de estas agencias es real, aunque fácilmente destruible si se hiciera caso omiso a sus calificaciones. Pero no es así: algo nos dice que tienen también el control de las agencias de prensa de todo el mundo, y que gracias a esa influencia, sus calificaciones se convierten en portada en los periódicos de mayor tirada, radio y TV. Y eso no es todo.
En el pasado 2010 se produjeron unas declaraciones de Strauss Kahn diciendo que estas agencias no acertaban, aunque sus informes se tuvieran en cuenta en el corto plazo. Durante el mandato de Strauss Kahn, el FMI resultó ser crítico con estas agencias, y éste acabó dimitiendo por unos escándalos sexuales que acabaron con su carrera. Se dijo que podía haber caído en una trampa tendida por sus enemigos políticos, pero, según se ve, andaba sobrado de enemigos. En condiciones normales, estos escándalos hubieran sido silenciados con dinero, al afectar al jefe de una entidad mundial, acostumbrado a mirar a los demás por encima del hombro. Pero el acoso mediático que sufrió desde el principio fue tremendamente eficaz. Su caso al final fue sobreseído, pero Kahn dejó de ser el presidente del FMI y ya no podrá presentarse a las elecciones presidenciales en Francia. Sin duda, al margen de la realidad o no de los abusos sexuales de Strauss Kahn, éste no supo hacer amigos y sigue estando en entredicho su honorabilidad. El sistema no le protegió, quizás por no haber sabido Strauss Kahn integrarse él o no haber tenido claro quién era su jefe.
¿Qué hace falta para reapoderarte de un mundo que ya dominas? Hace falta estar bien situado económicamente en este mundo, ser muy conocido, tener prestigio y muy pocos escrúpulos para hundirlo sin que te salpique. Eso lo reunían de sobra las dos entidades referenciadas, Lheman y Goldman, por eso pudieron colocar sus activos tóxicos y derivados dentro del mundo financiero mundial sin ningún problema. ¿Pero estaban solos? No es probable. No se hubieran atrevido a dar un solo paso sin el consentimiento del alto Sanhedrín que rige este perro mundo desde la sombra. Los Goldman y los Lhemann ocuparían en ese Sanhedrín, únicamente dos de sus sillas, el resto estarían ocupadas por otros orondos culos, con poder monetario suficiente para hacer doblar el espinazo a cualquier humano o entidad jurídica o política de la Tierra.
Si queremos saber con toda fiabilidad quién está detrás de ese poder en la sombra, no es una información al alcance de cualquier mindungui, aunque es aceptable pensar que los amos maniobran desde la FED (La Reserva Federal americana). Es una entidad privada, pero, curiosamente, es la máxima autoridad económica mundial, y ya se sabe: “dame la máquina de hacer dinero y el resto lo manejas tú”. Sean quienes sean los dueños de semejantes culos, seguirán siendo gentes pertenecientes a grandes familias de banqueros, que no por tener mucho dinero se salvan de padecer alguna vez en la vida las hemorrides propias de un cuerpo mortal.
Pensando en el corazón del capitalismo, tendemos a pensar que los poderosos personajes que conforman ese Sanhedrín sean americanos; seguramente nos equivocaremos, pues la nacionalidad no tiene por qué ser relevante entre gentes que viajan en su propio avión por un mundo que consideran suyo, y no necesitan pasar por la aduana como estamos obligados a pasar el común de los mortales. Compartirán sin duda otras afinidades, como adorar al becerro de oro, algo muy propio de quien practica el materialismo, la religión más en boga en este mundo. Esta gente representa el triunfo de la religión de Satanás, que está basada en la posesión de bienes materiales: “Todo el mundo te daré, si postrándote me adoras” –le dijo a Jesús.
La lista de poderosos que venía circulando por Internet parece ser que ya no rige o al menos hay quien la tilda de teoría conspiratoria, como si los Rothschild se hubieran arruinado o extinguido sus negocios bancarios y de otra índole en la más estricta intimidad; incluía también esa lista a los Lazard, a los Seif, a los Warburg, a los Lehman, a los Kuhn Loeb, a los Rockefeler, a los Morgan y a los Goldman. Ninguno tiene donde caerse muerto, reyes todos de la codicia y del ansia. En algunas listas no figuran los Morgan, por considerarlos algunos delegados de los Rothchild en USA. Así las gastan estas fortunas en el trato, que todos no son iguales en lo alto de la pirámide: hay un Pontífice que los rige. Lo que no se sabe si el pontífice es jesuita, rabino o las dos cosas, pero se sabe que es el que manda sobre estos mercaderes.
Pues bien, volviendo a la crisis. La FED, que estaba tranquila y se dedicaba a inundar de dólares el mundo y hacer cada día más ricos a sus dueños, un día se vio sorprendida por Europa, que decidió tener una moneda común, el Euro. El dólar hasta entonces era una moneda muy apreciada por todos los países emergentes y por las grandes fortunas, petrodólares incluidos. El negocio que tenía la FED era redondo: cada dólar que salía de la máquina de imprimir, sin apenas gastos, dejaba una ganancia neta de varios centavos; a ello había que añadir los intereses que percibían por los préstamos en dólares que daban a países y fortunas de todo el mundo. El gobierno de los USA también participaba en el negocio, pues el resto del mundo, con su necesidad de dólares para pagar el petróleo que necesitaba, financiaba el déficit americano. Al principio del euro no pasaba nada. Los países de Europa eran amiguetes, socios al fin y al cabo. El problema surgió cuando el euro comenzó a hacerle la competencia al dólar debido a que muchos países, desconfiando del dólar o diversificando sus divisas, dejaron de comprar dólares para comprar euros.
Pues bien, los dueños del mundo, quejosos porque su negocio de hacer dólares se resquebrajaba, lanzaron a sus perros contra el euro y contra la Unión Europea desde varios frentes: inundando de productos tóxicos el mercado financiero para romper la confianza; inundando de rumores el mercado europeo para especular en operaciones a corto ganando grandes sumas de dinero en bolsa y mercados secundarios y atacando la economía de los países más débiles de Europa, para romper la unión y debilitar su mercado. No han corrido a salvar la economía del país que los acoge, los USA, que también tiene grandes problemas. Por el contrario, han estado a lo suyo. ¡Claro!, que de las sanguijuelas sólo se puede esperar que chupen la sangre del más próximo. Por eso, han insistido en un plan “B”, por eso colocan a sus hombres de confianza en países como Grecia, como Italia y en instituciones como el BCE. Pero, ¿por qué lo consienten Merkel y Sarcozy?, ¿tienen miedo y quieren ganar tiempo o están de su parte?

¿Parece esto una teoría conspiratoria o es una realidad?
  

domingo, 4 de diciembre de 2011

Zapatero deja a España en la ruina y a los españoles arruinados.-


De cómo una mala administración arruina a un país.-

Que el Estado español está en ruinas todos lo sabemos, aunque todavía no se ha echado un vistazo a las arcas porque el pródigo de Rodríguez todavía no se ha marchado de la Moncloa. Las arcas no las deja vacías, es mucho peor, las deja llenas de papelitos que representan las deudas contraídas por este indeseable y su equipo, que tendrán que pagarlas nuestros hijos y nuestros nietos: el pasivo será mayor que el activo, porque no podemos meter la riqueza del país en recursos humanos, activos con los que no es posible hacer frente de inmediato a las deudas, que para eso hace falta tener oro y divisas. Uno se pregunta, ¿cómo es posible llegar a esa situación en tan solo 7 años, recibiendo como recibieron los socialistas las arcas llenas? Muy fácil: derrochando a manos llenas. Un ejemplo.

Esta mañana he visitado el conocido como Galacho de la Alfranca. Un galacho es un meandro abandonado por el Ebro que se ha convertido en un lago, y la Alfranca es una finca que en su día perteneció a la familia del héroe de los Sitios de Zaragoza, el general Palafox. En ese lugar se ha creado un lugar de esparcimiento, un parque en el que se puede pasear entre círculos de grandes piedras traídas de lugares distantes de Aragón, trabajo de Obelix hecho con camión; una torre de madera con ascensor desde donde se puede divisar el galacho y su paisaje circundante; una antigua noria reconstruida; un laberinto; un jardín frente al palacio y a la Iglesia; instalaciones varias: un bar, un museo y edificios con bungalows que estaban cerrados.

Siendo un domingo bastante soleado, el lugar estaba concurrido; tampoco había aglomeraciones: 8 o 10 autos, algunas bicicletas y gente de la Puebla que disfrutaba de un relajante paseo de 4 kilómetros entre ida y vuelta.

Uno se relaja en ese ambiente, pero ante la crisis y la ruina que ha ocasionado el gobierno de Zapatero y muchos de los gobiernos de las comunidades autónomas que nos han impuesto, uno se pregunta:

Si era necesario construir una torre, ¿por qué de madera?, un material noble cuyo comportamiento ante la intemperie no es el mejor. Por otra parte, partiendo de la premisa de que las personas impedidas tienen todo nuestro respeto y reconociendo que hay que suprimir cualquier barrera, ¿era necesario montar un ascensor? Uno se imagina un mirador con una rampa de tierra o de hormigón por la que se pueda subir y bajar. Ahí está. La diferencia es que nos sigue costando dinero, pues hay que mantener la instalación de madera y el ascensor. Este verano pedí un presupuesto para poner una pérgola sencilla en el jardín y se me quitaron las ganas, y mi jardín no pasa de 20 m. No quiero imaginar lo que ha podido costar esta torre.

Los círculos de piedras están bien, pero uno se pregunta el costo de trasladarlas desde las lejanas montañas donde se encuentran. Me ha chocado ver que alguna de las grandes piedras de sal estaba en el suelo. Caída sin duda, por que la base de sal se ha disuelto con el agua. No es que llueva mucho, pero riegan el césped todos los días para mantenerlo sano.

Se han preocupado en reconstruir las paredes de la noria, el depósito, la rueda con sus canjilones, etc., y con el dinero que ha costado, no se les ha ocurrido desviar la acequia que hay a 3 metros para que funcione, algo sin apenas costo. Algunos hacen lo difícil y no hacen lo fácil.

También han construido un laberinto al que han coronado con mármol y ya se echan de menos algunas planchas. No me he metido en él, pero seguro que se encuentra fácilmente alguna chusca.

No sé si alguna vez nuestros políticos se darán cuenta de que el dinero público es sagrado y que lo que en una economía particular es normal, como darse algún capricho, no puede serlo en el ámbito público, donde ha de primar siempre la austeridad.

Cualquier proyecto de inversión debe estar basado en la rentabilidad y nunca en el capricho. Está claro que la rentabilidad del proyecto de la Alfranca brilla por su ausencia, por muy bien que haya quedado. Este mundo no es Jauja, y mientras haya gentes que viven en la miseria, no nos podemos permitir determinados gastos, nuestra economía debe tener límites. Eso lo debían haber tenido en cuenta los políticos del anterior gobierno de Aragón.

Para mí sólo hay un remedio para evitar que se vuelva a despilfarrar el dinero público: que los políticos, sean del signo que sean, cuando dejen el cargo, respondan penalmente de sus actos y que se suprima la situación actual de privilegio procesal que disfrutan en relación al resto de los ciudadanos.

No estoy diciendo que en el caso de la Alfranca hayan robado, pero han despilfarrado el dinero de todos en tonterías, que viene a ser lo mismo, dinero que ahora nos hace falta para cosas mucho más importantes.