jueves, 22 de diciembre de 2011

¡Ojalá me equivoque! Pero me da que con Rajoy, lo del 11M, el Faisán y lo de la ETA, tururú.


El mal siempre prevalece. No tengo la menor duda.

En los últimos años, he visto representado el mal en Zapatero, un personaje salido del PSOE, que ha torpedeado el esclarecimiento del 11M, enemigo de la educación, de la religión, del bienestar de los demás y de la vida; amigo de la ETA, de la traición en el bar Faisán, de la corrupción democrática, del saqueo de los caudales públicos regalando el dinero de todos a organizaciones afines, y autor de la ruina de España; alguien que se avergonzaba de ser español; un ser extraño que buscaba la destrucción de nuestra cultura, la vuelta al enfrentamiento civil, la división de España, y padre, en resumen, de muchas torpezas y/o maldades…
Hasta la llegada de los zapateros, el arquetipo tradicional de los enemigos de España venía siendo una confabulación judeo masónica: judíos y masones maquinando nuestra perdición en trastiendas ocultas. Pero ahora, salvo que estos pájaros hayan salido de esa trastienda, los enemigos de España son otros: la izquierda progre en general, los separatistas en particular y quien lo ha hecho posible: 22 años de socialismo y de desbarajuste coronados por este individuo encabezando una jauría de horcos. Hay quien dice que le damos demasiada importancia atribuyendo maldad a quien sólo es estúpido e incompetente, pero es que no se puede equivocar uno tanto si no es a mala idea, pues, por la ley de las probabilidades, en muchas tiradas, cualquiera acertaría una de cada dos veces, y no nos habría jodido con tanta eficacia.
Pero la paciencia tiene un límite: los españoles gracias a Dios hemos sido capaces de echar a los socialistas del gobierno y esperemos que por muchos años. Es cierto que nos han arruinado y que nos han metido en muchos berenjenales, de los cuales nos va a costar salir, pero ya haremos lo posible y seguro que salimos. Lo lamentable, y por eso he dicho al principio que el mal prevalece, es que el nuevo gobierno del Partido Popular, que es de signo contrario, tiene preparación y buenas intenciones, comienza con malos presagios:
Los españoles de bien hemos sido testigos en los últimos 7 años, de cómo se torpedeaba el proceso del 11M desde las instituciones del Estado, donde policías, fiscales, jueces y tribunales han hecho de todo. En este momento, en que la juez Coro Cillán ha sido capaz de no reblar, el CGPJ se ha atrevido a actuar contra ella, en un proceso que puede acabar con su carrera judicial. Sabemos que lo hacen para evitar que saque adelante la verdad sobre el 11M (pruebas falsas, etc), y sobre todo, para que otros jueces se amedrenten y no sigan por el mismo camino. Estábamos esperanzados de que con el cambio de gobierno las cosas cambiarían, pero ha sido un jarro de agua fría para todos los españoles de bien, ver que el nuevo Presidente de Gobierno, el señor Rajoy, ha nombrado como ministro de Justicia al alcalde de Madrid. El señor Gallardón se desmarcó avalando la versión oficial de los hechos sobre la tragedia del 11M, cuando todos los que tenemos ojos en la cara vimos que el proceso judicial había sido una charlotada, en la que habían querido convencernos de la autoría de Al Qaeda, cuando Al Qaeda nada tenía que ver con los atentados.
No esperemos demasiado de un hombre como Gallardón que no se sabe a quién obedece, aparte de a sus tripas cuando le llaman, y por tanto, tampoco esperemos mucho, fuera de la economía, de un Presidente del Gobierno que ha sido capaz de poner a Gallardón como Ministro de Justicia, cuando podía haber creado para él la cartera de relaciones con las Comunidades Autónomas y tenerlo dando vueltas por España hasta volverlo loco o volviendo loco a los reyezuelos de semejantes pagos, revisando sus cuentas. Ya me pareció rocambolesco que el señor Rajoy se despidiera de Zapatero diciendo, que aunque se había equivocado –equivocaciones cometemos todos-, él le trataría como Presidente del Gobierno. ¿Se trataba de generosidad, de tontuna grandiosa o de puro acojono?, ¿le obligaba alguien a ser tan generoso con alguien tan mezquino? UN TIPO QUE NOS HA ARRUINADO Y NO HA PERDONADO NI UN SOLO DIA EN EL PODER, NO MERECE MÁS QUE UNA PATADA EN EL CULO Y RENDIR CUENTAS A TODOS LOS ESPAÑOLES Y A LA JUSTICIA POR FELÓN. Lo lógico hubiera sido darle el puesto de Ministro de Justicia al señor González Pons, que se había mostrado partidario de aclarar el 11M y respetar a las víctimas. ¿O quizás por eso mismo no ha sido nombrado ministro? Algo huele mal en este cambio de gobierno; muy mal. Solo faltaría que el tal Gallardón acabe nombrando Fiscal General del Estado a su prima la fiscal Olga “Vale Ya” Sánchez, la que dijo que el explosivo había sido Goma 2 Eco y “Vale ya”.
Bonitas palabras las que tuvo el señor Rajoy contra los filo etarras de Amaiur. Me gustaron. Pero mucho me temo que fueran sólo palabras. “Hechos son amores y no buenas razones” señor Rajoy: y como sus hechos vayan por donde apuntan, ya nos puede usted regalar las orejas con milongas, que por mucho que nos salve de la crisis, no nos habrá sacado de las garras de nuestros enemigos, los que llevan a cabo atentados como el del 11M y gobiernan a través de las ratas de las alcantarillas del poder. Lo tiene muy fácil señor Rajoy: solucione lo del 11M aclarándolo y llevando a la cárcel a los que pueda pillar y también a los del bar Faisán, etc. Suba hasta donde pueda, que ya imaginamos que los últimos responsables del 11M se sientan en amplios despachos en nuestro país y en palacios de gran lujo fuera de él. Luego a por los derrochadores. Eso significaría que usted pinta algo y que ha hecho valer los votos de los españoles frente a los poderes oscuros que se saltan las urnas; significaría que ha limpiado las alcantarillas.
Para que España se salve y tenga futuro necesita limpieza, sino, esta democracia se va por el tubo del retrete, por las alcantarillas, y de momento, por lo que se siente –que no nos huele nada bien-, da la sensación de que son las alcantarillas y no usted quien designa a los ministros de Justicia e Interior, para que todo siga igual. Si además es verdad lo que cuentan, de que al Ministro de Defensa lo nombra el Rey, ...
Sigo pensando, que es mejor que Dios nos pille confesados: Al margen de la crisis, lo más seguro es que veamos más de lo mismo, sino, ¿por qué votaron que sí a Rajoy los de PNV y se abstuvieron los siervos de la ETA? Hay una negociación empezada por ZP sin terminar. Veremos cómo termina la cosa. Por si acaso doy en el clavo, apoyaré con una cuota mensual a una asociación de víctimas del terrorismo decente, de esas que apenas reciben subvenciones, para que sigan dando la barrila hasta que se arregle lo del 11M ó todo reviente.


Lo repito: ¡Ojalá me equivoque!

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