lunes, 26 de enero de 2009

El Cambio Climático. ¿Cambio qué?

Nos bombardean con el cambio climático ¿No tendrán otra cosa que hacer?, ¿de qué nos hablan? Ya sé que en estos momentos de nevadas y temporales es difícil contradecirles pero, ¿tanta experiencia tienen sobre el clima para poder asegurarnos que hay peligro inmediato y general para toda la humanidad? Que yo sepa, antes de inventar el termómetro y el barómetro, pocos servicios meteorológicos había; y en cuanto a datos, no creo que existan datos fidedignos anteriores al siglo XIX, y me voy lejos. A no ser que consideren como tales las previsiones del tiempo que daba el fraile de la capucha, aprovechando las cualidades del pelo de una cabra.
¿Si hay cambio climático, es extraño que lo haya? Mi experiencia me dice que el factor constante del clima es la inestabilidad, el cambio, la variación. Más o menos, podemos aventurar que los veranos son más cálidos y secos que las primaveras y los otoños, y que el invierno es más frío que el resto de las estaciones, pero tampoco podemos asegurarlo al 100%. He visto nevar en junio en España y me he atrevido a mojarme los pies en el frío Atlántico gallego, en un día de invierno que hacía calor.
Sabemos que Colón salió hacia América desde el puerto de Palos en Huelva; también sabemos que esos diques en los que cargaron las carabelas hace 500 años, hoy están en tierra firme. ¿Alguien se entretuvo entonces en comprobar si los Polos se habían deshelado más de lo normal?, ¿por qué hay que pensar que lo que ha ascendido es la tierra en lugar de pensar que entonces había más agua libre en los océanos?
Lo que podemos tener por cierto es que el clima es variable, que cambia, que esa es su cualidad principal ¿De qué extrañarse? El clima seguirá cambiando como lo ha hecho siempre, se alarmen o no. Es la cualidad propia de un medio gaseoso cuyas partículas, sometidas a unas variables de frío, calor, humedad y movimiento, se comportan de forma aleatoria.
Es cierto que tenemos que comportarnos con respeto, y no gastar energía de forma innecesaria (lo hacemos, y nuestro dinero nos cuesta), pero no pensemos que echamos al aire más contaminantes que hace 50 años con el carbón, o tiempo atrás con la leña o comparando nuestras emanaciones con las de cualquier volcán en erupción. Si hubiera un cambio climático imparable que pudiera acabar con todos los vivientes, ya se ocuparía el encargado de este mundo de reprimirnos o de buscar otra casa. Más gorda se la organizaron en las dos guerras mundiales, destruyendo ciudades y echando bombas atómicas, no dijo nada, y al que le tocó morir murió.
Respeto a este mundo sí, pero que se busquen otras ocupaciones más provechosas para la humanidad, y no nos mareen con esas vainas. Nos conformamos con que haya cierta previsión para que, si caen chuzos de punta, nos cojan bajo techo

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