Una visión real: El pájaro loco, acompañado del artista de la carátula de anís del mono, dando los resultados de las elecciones europeas, a las 22 horas del día 7 de junio.
Hasta aquí todo normal; ninguno de los dos parecían preocupados por haber perdido las elecciones ¿Y por qué habrían de estarlo, si esperaban el hundimiento del Titanic y sigue a flote en perfectas condiciones?, además, los diputados que les faltan los ha pillado Rosa Díez, que es una coleguilla cabreada con ZP, que sigue siendo socialista y comprensiva con los albortos y las eutanas.
Mientras tanto, el Quixote galego y el bueno del Sancho vasco botando en el balcón de la calle Génova. No es para tanto, sólo una victoria pírrica. Aunque más patético soy yo que no me negué a participar como apoderado en el colegio de mi barrio, aunque lo hiciera por morbo: para saber de primera mano lo que siente un ciudadano poco acostumbrado al papeleo, cuando es obligado a estar en una mesa con dos desconocidos durante 12 horas; y lo segundo, por conocer las simpatías socialistas y populares de mis vecinos y sus rarezas. Un voto al partido antitaurino tiene su cosa, pero aún lo tiene más encontrarte con una papela de la Chunta que medía cuatro dedos más que el resto, y, al revés que las demás, escrita con minúsculas. No pedí su nulidad porque me pareció de lo más chusco. Con los pocos votos que sacaron los Chesus no era para hacerles sangre encima.
Esas elecciones eran la ocasión ideal para partirle las dos cejas a ZP, de un guantazo electoral. Pero no: muchos simpatizantes socialistas se quedaron en casa para castigar al autor del desastre económico de España, y los del PP le votaron a la Díez o castigaron al Rajoy con el látigo de su indiferencia, porque es un individuo acomplejado, sin objetivos de gobierno, que no quiere molestar. Su objetivo parece ser la oposición, pese a quien pese, que se cobra lo mismo y desgasta menos. Hay un juego de cartas que se llama el "gana pierde"; aunque haya ganado Mayor Oreja, que es de su partido, Rajoy es maestro en quedar segundo.
(En otro articulillo procuraré meter el dedo en este ojo, por si hay algo detrás que nos explique el motivo que tuvo el personaje de la barba blanca para atreverse con la buena de la San Gil, para echar al valiente del Zaplana, y al cándido del Acebes, que no se enteró de nada, ni antes ni después del 11M).
Así no se va a ninguna parte. Ya sabemos que la U.E. es un timo en el que unos funcionarios inalcanzables a los que nadie controla, perciben unos salarios y dietas de vértigo, a costa de los pobres europedos, que somos los demás (lo de europedos vale); pero eso no justifica que los españoles perdamos el Norte. Nos guste o no Rajoy, era la ocasión de castigar de verdad al de la ceja por los millones de parados que está generando, y por la destrucción del tejido empresarial español: si ZP hubiera encontrado un voto de castigo similar al que recibió la UCD, a Rajoy no le hubiera quedado más remedio que hacer oposición de verdad planteando de inmediato una Moción de Censura. Zp lo hubiera negado con toda su cara dura, pero alguien, dentro de su partido, se habría atrevido a ponerle las peras al cuarto. A Rajoy le hubiera tocado arremangarse y meterse en harina.
Echando a Zp nos podríamos quitar de encima a un político chapucero que no sabe qué hacer contra la crisis, y se limita a comprar con nuestro dinero a unos sindicatos impresentables para que no le hagan protestas en la calle. Tremendo precedente: en el futuro, los gobiernos del signo que sean se verán obligados a comprarlos, y si no lo hacen, chantaje al canto, con movilizaciones y huelgas incluidas.
Nos quedan tres años largos de sufrimiento. Veremos hasta qué profunda fosa nos lleva el socialismo en esta crisis ¿Podremos salir de ella? Si ahora os preocupa esta reflexión, toca joderse, que algo habréis tenido que ver, si sois españoles y mayores de edad, en que ZP nos gobierne.
Un viejo dicho dice "sarna a gusto no pica", así que no te arrasques.
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