ESPAÑOLES: LA PATRIA ESTÁ EN PELIGRO.- Anoche, tras un día de disturbios por la farsa de referéndum catalán, salió Rajoy por televisión para darnos una versión de los hechos ajena a la realidad.
Llevó a la Policía y a la Guardia Civil a Cataluña; los puso a actuar cuando ya los colegios estaban abiertos, por la traición de los mocitos de escuadra catalanes; y cuando tenían que poner la guinda en el pastel deteniendo al gobierno de Cataluña y a la cúpula de los mocitos de escuadra, recogió a la Policía y a la Guardia Civil en los barcos y hoteles, y ya veremos. Hasta aquí los hechos.
Hoy pasará algo. No lo sé, pero, bueno o malo, algo pasará. Mañana hay prevista una huelga general, por la traición de CC.OO. y de UGT a todos los españoles, y pasado mañana, seguramente, El Presidente Puigdemont (Toco Mocho) declarará la independencia.
Las leyes están para algo: por supuesto el artículo 155 de la Constitución, pero también debería declarar el Estado de Sitio, o al menos, aplicar el Código Penal, porque se produjo una sedición y hay una rebelión en marcha para separarse de España, sin que el Ejército esté en las calles con el Rey a la cabeza.
Ahora a especular: ¿Por qué se comporta Rajoy así? Bajo mi punto de vista, Rajoy está obedeciendo las órdenes de algún grado 33 y pico de la masonería. Se metió en ese club para que le permitieran gobernar tras la etapa de Zapatero, sin que le pusieran un bombazo en el puro, y ahora le toca tragárselo encendido.
Toco Mocho y Junqueras, por sus partes, están a las órdenes de la oligarquía catalana, que está muy bien relacionada con todo lo que huele a Hijos de la Viuda, y esa oligarquía tiene una espada de Damocles sobre su cartera, porque el 1 de enero de 2018 eliminan en Andorra el secreto bancario, con lo cual, la Hacienda Española tendrá los datos fiscales de todos ellos.
Es una carrera contra el tiempo que pasa inexorable, y de ahí la prisa por declarar la independencia, para que toda esa buena gente no tenga que sentarse en el banquillo, antes de entrar en la cárcel. Porque en Cataluña se ha robado mucho, y no solo la familia Pujol, que habiendo obtenido un gran botín, es ridículo, si lo comparamos con el botín que esos oligarcas han conseguido bajo el paraguas protector del pujolismo.
¿Por qué digo que Rajoy se ha rendido? Porque ha abandonado el campo al enemigo cuando estaba ganada la batalla. Ha sido el enemigo el que ha aprovechado para declarar a los cuatro vientos el éxito del butifarréndum, porque ha intoxicado con todo tipo de mentiras la acción de la Policía y de la Guardia Civil. Nuestros propios medios de comunicación han dado publicidad a las declaraciones de un futbolista llorón, de un club que debería ser expulsado de la liga de fútbol.
Ayer estuve en una manifestación multitudinaria, en la que los grandes partidos estaban ausentes, llenando la calle esa minoría silenciosa abandonada por el poder, en la que se pidió que se anulara la autonomía catalana, como medio para quitarles las competencias de las que han hecho uso y abuso. Pero no sólo a la autonomía catalana, a todas, porque las autonomías, aparte de ser unas formas de gobierno caras, corruptas e ineficaces, nos dividen. Pues bien, este hombre no se enteró de que tenía a toda España en pie con la bandera en la mano, pidiendo Justicia y mano firme con las autoridades catalanas.
Por miedo, por pereza o por inepto –da lo mismo- tiene que dejar paso a otro que nos defienda, porque él, rindiéndose, nos ha traicionado a todos, y especialmente, al Partido Popular, a sus afiliados y a sus votantes.