martes, 23 de octubre de 2012

De los barros del 11M a los lodos del separatismo actual. España, la patria de todos, en peligro.


El domingo 21 de octubre, escuché una reflexión a unas palabras que José María Aznar pronunció a las 14:30 del 11 de marzo de 2004 “11M”. Dijo esto: “En España no vamos a cambiar de régimen, ni porque los terroristas maten, ni para que dejen de matar”. Interpretaban los comentaristas que Aznar estaba dando una contestación pública a una propuesta -y esto lo digo yo-  que habría recibido de traidores aforados.

En la mañana del 11M -tras el atentado terrorista- en todos los medios de comunicación tenían por seguro que era ETA la autora del atentado: fueron muchos personajes políticos, comenzando por Ibarreche, los que no dudaron en achacar el atentado a la organización terrorista. Tras las manifestaciones de Aznar, los medios de comunicación proclives al partido socialista, que entonces estaba en la oposición, cambiaron el discurso, comenzando a afirmar que los autores del atentado eran islamistas, iniciando un ataque mediático sin precedentes contra el gobierno del PP.

Llevábamos viendo desde hacía algún tiempo, que algunos, Arzallus entre ellos, estaban incómodos con los reveses que sufría ETA, porque en una España sin terrorismo el nacionalismo podía quebrar, y con ello, la imposibilidad de lograr la independencia que buscaban. La quiebra del nacionalismo en aquél entonces era posible: las reacciones populares al secuestro y posterior asesinato de Miguel Angel Blanco, en julio del 97, lo evidenciaron, pero Aznar no supo aprovechar la reacción espontánea de la sociedad, para apuntillar al nacionalismo vasco con el apoyo popular que se generó; hubiera sido una buena lección para los demás nacionalismos. Esas reacciones son escasas y no se pueden dejar pasar cuando suceden. Pero Aznar y su ministro del Interior se arrugaron y no se atrevieron a encabezar el descontento, abandonando en manos de la policía vasca a las masas que buscaban sacar de sus madrigueras a los batasunos, sin duda para lincharlos. La policía vasca se dedicó a protegerlos. Lo justo es defender a los perseguidos por las masas hábidas de venganza, pero en este caso no fue lo más inteligente. Cuando los poderes públicos hacen dejación de sus funciones, no se puede criticar la acción de las masas cuando se toman la justicia por su mano. En aquél tiempo funcionaba en el País Vasco lo de Arzallus: "unos mueven el árbol y otros recogen las nueces". La gente veía cómo la policía vasca miraba para otro lado, siguiendo las directrices del gobierno vasco y el asesinato anunciado de Miguel Angel Blanco fue la gota que colmó el vaso en esa parte de la sociedad vasca contraria al independentismo. Pero los pasos de Aznar iban por otro camino, un camino más largo que también alejaba a los traidores nacionalistas de sus negros objetivos, y eso no gustaba a los falsos padres, de las también falsas patrias vasca y catalana.

Si las palabras que pronunció Aznar el 11M respondían a las presiones de los oscuros poderes que manejan los hilos del terrorismo, Aznar pudo hacer más de lo que hizo tras el 11M, pues tuvo varios meses para enderezar las cosas, desenmascarando a esos enemigos de España a los que negaba con sus enigmáticas palabras un cambio de régimen: pudo acusarlos sin miramientos, con nombre y apellidos, del atentado terrorista. Una declaración contundente en la televisión pública hubiera bastado para ganar la batalla de la propaganda, aprovechando también todos los medios de comunicación del gobierno; podía haber informado, que había ordenado al ministro del Interior la detención inmediata de esos interlocutores, como autores intelectuales -presuntos o no- del atentado, o como cómplices. Con oposición o sin oposición en la calle, esos interlocutores secretos habrían tenido que demostrar su inocencia a la sociedad española, al margen del principio de presunción de inocencia, que más de uno hubiera optado por escapar, al quedar al descubierto. La mayor parte de los españoles hubiera respaldado al gobierno. Es cierto que podía partirse en dos la sociedad española, si entre los detenidos hubiera habido algún opositor o mecenas de renombre, pero Aznar debía haber aceptado ese riesgo, reconociendo y poniendo a prueba la madurez de nuestra sociedad; de hecho, la sociedad española, hoy está partida en dos regiones, y ello, por la inacción de todos los gobiernos socialistas y populares de la democracia durante más de 35 años, y la acción de los nacionalismos vasco y catalán, que han utilizado el dinero y la generosidad de todos para crear división y miedo en sus territorios, y asqueo hacia lo vasco y catalán en el resto del país.

Entonces el PP no era partidario de cambiar el régimen, pero lo que son las cosas: un cambio de líder y ocho años en la oposición han inclinado el árbol a favor de los vientos políticos dominantes, la mayoría vientos traidores a España. Hoy, aunque ese partido siga defendiendo formalmente la unidad de España, en la práctica ha seguido la política del Partido Socialista en asuntos de tanto calado, que nos hacen dudar de sus manifestaciones en defensa del orden constitucional: Sortu y Bildu, las dos franquicias de ETA que Zapatero legalizó, siguen estando en las instituciones y han podido presentarse en las últimas elecciones, financiando cómodamente las estructuras de la banda terrorista con fondos públicos, y aunque el gobierno del PP actual niega cualquier negociación, ha mantenido la política socialista de excarcelar y acercar presos etarras al País Vasco; también ha mantenido al Tribunal Constitucional que lo hizo posible y no ha querido o no se atreve a modificar una Ley Electoral favorecedora de los intereses de nuestros enemigos. ¿Por qué no se ha permitido votar por correo en las elecciones vascas a los 250 o 300.000 vascos que han tenido que emigrar al resto de España para salvar la vida, mientras los que han emigrado al extranjero pueden votar por correo, entre ellos, los etarras huidos de la justicia. Entre todos los emigrados, serían una tercera parte del electorado vasco, que hubiera dado un vuelco los últimos resultados de las elecciones autonómicas, machacando al nacionalismo. Las escusas que dieron en su día los ministros de Justicia etc. del PP, no las entienden ni en su casa. Está claro que los nacionalistas van ganando, pero también está claro que nuestros sucesivos gobiernos centrales les han dando y les siguen dando muchas facilidades para hacerlo.

Lamentablemente, los atentados del 11M siguen sin ser esclarecidos. Ahora mismo, jueces, fiscales y el Ministerio del Interior están torpedeando los recursos del único condenado, que poco o nada tiene que ver con ese asunto -cualquiera puede darse cuenta, de que no es más que un cabeza de turco, uno de los muchos confidentes de la policía que fueron involucrados para desviar la atención, enturbiando así la investigación: tinta de calamar para ocultar la verdad. Eso quiere decir, que sigue sin haber voluntad de esclarecer el acto terrorista más grave de nuestra historia, crimen contra el gobierno de España y contra el PP, materializado en la clase trabajadora madrileña, que viajaba en unos trenes de cercanías y no tenían culpa de nada. Alguien los tomó como carne de cañón. Nos toman por tontos, y al final es que lo somos, por no reaccionar con nuestro voto, echando a toda esta patulea del arco parlamentario. Nos han representado muy mal y no nos defienden.

Hoy, los enemigos de España están por todas partes; lamentablemente, los hay dirigiendo la política nacional, territorial y local, que hasta las asociaciones de barrio y los colegios de los niños controlan. Los malos son pocos, pero suelen posicionarse muy arriba, cuando los buenos se desentienden. Los 1500 heridos y 192 muertos del 11M son muchos, pero no les han importado. Quien los mandó asesinar lo hizo por un buen fin: el suyo.

En cualquier crimen sin resolver, la policía investiga en el entorno que se ha visto favorecido por la sangre derramada. En este caso, la policía anduvo en otras historias. Está claro para quien lo quiera ver, que hubo tres partes favorecidas por el atentado del 11M. El primer interés a investigar es el del nacionalismo en general, que veía cómo ETA estaba siendo derrotada por el gobierno del PP, con la Ley en la mano, y que con esa derrota su proyecto de independencia se iba al traste; el segundo interés a investigar, es el del Partido Socialista, desesperado ante un horizonte negro, por los éxitos económicos de Aznar, que lo condenaba a seguir en la oposición cuatro años más -demasiados, sin poder manejar recursos públicos, de los que tanto disfrutan sus dirigentes cuando tocan poder-; y el tercer interés, el de un Marruecos dolido en su orgullo por el incidente de Perejil, al que se le presentaba en bandeja la oportunidad de vengarse de Aznar. Habrá quién niegue que los tres intereses colaboraron los unos con los otros para sacar rendimiento a las explosiones, pero errará. Hasta en la chapuza de sumario que instruyó un juez medio ciego, al que el diablo confunda y lleve pronto, se identifica a agentes diferentes en el atentado, todos ellos relacionados con los intereses descritos con anterioridad: ETA; cloacas del Estado con medios de comunicación relacionados con la oposición de entonces; y marroquíes ejerciendo de mulas, a los que sacrificaron sin piedad para destruir cualquier pista. El asunto es muy complejo y difícil de resumir.

El proceso giró en torno al explosivo utilizado: la recogida de pruebas fue una cadena de despropósitos, a pesar de lo cual, pudo probarse que el explosivo utilizado en las explosiones fue el habitual de ETA; las declaraciones de los técnicos estuvieron plagadas de irregularidades y falsos testimonios, pero las expectativas creadas por el Presidente del Tribunal, que aseguró que los falsarios "irían caminito de Jerez", en referencia al penal de esa localidad, esas expectativas se vieron rotas. La sentencia nos dejó a todos sin saber quienes fueron los autores intelectuales del atentado y tampoco los autores materiales, pues los que fueron condenados lo fueron por delitos ajenos al proceso, siendo ambos confidentes de la policía.

Las pruebas de que ETA estuvo detrás del atentado existen: el explosivo utilizado fue titadine, el explosivo habitual de ETA, y no goma 2, como intentaron colar por todos los medios los servidores  del nuevo gobierno socialista. Unas semanas antes del atentado, la Guardia Civil había detenido a un criminal de la banda con una furgoneta cargada de explosivos en Cuenca; y una tercera prueba, las imágenes de video de la estación (atentos cuando a partir del segundo 34 del vídeo aparece un joven fuerte con entradas). Un tiempo después pudieron identificarlo con nombre y apellidos: Asier Eceiza Ayerra, un etarra que escapaba con dos mandos a distancia en la mano. Este individuo está libre e imagino que duerme por las noches. En los telediarios de Antena 3, su imagen quedó tapada oportunamente: http://www.youtube.com/verify_age?next_url=/watch%3Fv%3DuIN7bz15Z-4 (ver el video completo y las explicaciones, que pueden convencer más fácilmente).

¿Quién urdió la trama?, ¿quién está detrás de tan oscuros objetivos?: había intereses muy claros que, a la menor oportunidad, se confabularon contra Aznar y el proyecto del Partido Popular, golpeándolos en los cuerpos de 1692 españoles, víctimas inocentes que iban a su trabajo en unos trenes. No somos tontos y podemos intuir quienes dirigían los hilos en esa historia. Se habló del lejano Ben Laden porque había moros implicados -sólo los entregados o sectarizados lo creyeron-, pero Aznar, con gesto serio y voz grave, volvió a dar pistas: "los que idearon estos atentados no están en desiertos remotos ni en montañas lejanas, sean quienes sean" No diga usted "sean quienes sean", que sabe usted mejor que nadie quienes fueron; usted sabrá por qué se empeña en empañar de cobardía su nombre y su trayectoria, callando lo que sabe. Los tontos de a pié sabemos poco, pero no se nos escapa que el nacionalismo vasco no nació solo y ETA mucho menos, que además de sangre, hay mucho lavado de cerebro y olor a santuario religioso detrás del nacionalismo y sus organizaciones criminales, religiosos que obedecen poco a Roma y que buscan convertir las provincias vascongadas en una nación dedicada a un santo moderno que fue soldado en el ejército castellano; en el nacionalismo catalán hay menos sacristía, que se rigen por los Utsages, versión antigua del Código de Comercio, sobre todo las más o menos 100 familias burguesas que explotan en su favor el cortijo catalán, ensucian la historia de España con mentiras y promueven el totalitarismo a través de politiquillos a sueldo a los que han encumbrado y protegido; detrás del socialismo por su parte, además de oportunistas que no han dudado en rapiñear las arcas públicas (lo siento por las excepciones que serán mayoría sin duda, pero en más de 20 años es la imagen que han dado), hay mucho humo, con gentes y poderes muy oscuros de corte radical y masón, que siguen atizando el fuego contra la Iglesia y contra la cultura cristiana en la que vivimos, a la que han intentado e intentan destruir. Hay quien afirma que han promovido un experimento social en España, a la que quieren destruir para convertirla en una sociedad sin valores. Tras los últimos años socialistas, esa sociedad sin valores está más cerca ¡Qué decir del vecino del Sur y su cortijo! Mucho lujo personal, a costa de un pueblo humilde que, o se conforma con vivir en la Edad Media o tiene que emigrar.

Si no hay justicia para las víctimas del 11M, y el poder judicial y los demás poderes del Estado no asumen su responsabilidad, peor para ellos: ya lo están pagando con su descrédito y con nuestro desprecio ¡Alguna vez, los que han hecho dejación de su deber, lo pagarán de otra manera, y espero que lo vean estos ojos! Aunque no haya nombres en esa trama…, los intuimos a través de las instituciones y partidos que han impedido en los últimos 8 años, y todavía impiden hoy, que se haga justicia, habiendo como hay evidencias tan claras. JUSTICIA PARA LAS VÍCTIMAS Y SUS FAMILIAS Y JUSTICIA PARA EL PUEBLO ESPAÑOL, al menos para los que hemos estado alejados de semejante carnicería, ofensa que hacemos propia.

Los resultados del 11M los tenemos a la vista: políticos catalanes traidores que piden la independencia en el momento en que nos ve más débiles, mientras derrochan el dinero común en embajadas inútiles, apoyo a la lengua catalana y acoso a lo español y a la lengua común, etc., todo, para echar a la sociedad catalana contra el resto de España tachándonos injustamente de ladrones; unas Vascongadas donde los nacionalistas ya copan todas las instituciones y pasa tres cuartos de lo mismo; y un vecino mal avenido en el Sur, amenazando nuestra soberanía, coaccionando a nuestro país y sacando tajada cada vez que intuye debilidad en nuestros gobernantes.

Muchos dirán que eso de la Patria les trae al pairo, que no es más que tierra y que por ella no están dispuestos a luchar. Yo les digo que no es sólo tierra, es la finca que dio de comer a nuestros padres y a nosotros mismos, y la que tiene que seguir dando de comer y cobijo a nuestros hijos y a nuestros nietos. Los que ahora se han constituido en nuestros enemigos no la desprecian, antes al contrario, la veneran, lo mismo que al trapo de bandera que se han dado los vascos, copiada de la bandera británica. Esa tela no tiene la historia ni los días de gloria y dolor de la bandera roja y gualda que tanto desprecian y que nosotros tampoco apreciamos en lo que vale y representa; por lo que se refiere a la bandera catalana, se trata de la vieja bandera del reino de Aragón, tierra noble y fiel a España. Esa gloria y ese honor que reclaman para sus banderas, lamentablemente y la gente no se da cuenta, tendrán que ganarlos con sangre, si quieren conseguir la independencia, pues la sangre es la moneda con la que se compra y se vende este tipo de mercancías. Los dirigentes catalanes, sobre todo las grandes familias burguesas, sí que lo saben, por eso atizan el sentimiento nacionalista de sus gentes a través de los políticos de Convergencia y de la Ezquerra y de los medios de comunicación locales y territoriales, para que sean las gentes exaltadas del pueblo llano las que pongan la sangre, enfrentándose a sus familiares, amigos y compatriotas del resto de España, mientras tanto, esos burgueses con sus familias, cuando estalle el conflicto, esperarán en hoteles de Suiza el resultado de su apuesta.

Ante la situación de gravedad que vive la sociedad española ¡qué importa la crisis o el rescate! Estamos arruinados y sabemos que nadie va a venir a rescatarnos. Lo importante en este momento es que están desmembrando a nuestro país y hemos de impedirlo, aprovechando para limpiarnos por dentro de corruptos. No penséis que son hermanos los que intentan la independencia, que ya no son tales: se han convertido en otra cosa, en inquilinos abusones que quieren hacerse los amos del común, pasando por encima del resto de vascos, catalanes y españoles todos. Quieren conseguir gratis un cortijo, para que nadie les pida cuenta de sus tropelías, pues entonces tendrán vía libre para esclavizar a los que pillen en sus dominios y montar su paraíso fiscal, convirtiendo a Cataluña en otra Andorra.

Veremos qué hacen los sindicatos y partidos de la izquierda, tan amigos de salir a la calle a hacer manifestaciones, además de tomar cerveza y marisco, y de qué lado se ponen en un negocio donde no hay ideología, dinero, ni subvenciones, y lo que nos jugamos todos es la tradición, la familia, el orgullo, y también la vida. Estarán a lo suyo: a cubanizar España, para ejercer ellos de Fideles en los múltiples reinitos Taifas, mientras nos matan de hambre a los demás.

El 11M no terminó en un cambio de gobierno, buscaba el debilitamiento y la desintegración del País, y todo eso ya lo estamos viviendo. Si al final un gobierno con mayoría absoluta no sabe qué hacer o no se atreve, limitándose a tomar la postura de don Tancredo, tendremos que ser los ciudadanos los que enfrentemos la situación una vez más, como ya lo hicieron nuestros abuelos en la Guerra de la Independencia, cuando fueron traicionados como pueblo por los reyes y por la nobleza española, que se pusieron del lado del invasor napoleónico. Que no espere este gobierno y arregle pronto el problema, y que se ponga pronto en cabeza a la defensa de España, aplicando la Ley sin reblar. Acabo de oírle decir al Sr. Rajoy que lo único que puede hacer es dialogar. ¿Dialogar con quien no tiene interés en entrar en razón? Que se plante, que si no lo hace, esos políticos desaprensivos echarán a los humildes al enfrentamiento y a la nación a otra guerra civil. Los que han estado a lo suyo, confiando en los políticos de uno u otro signo, viendo este desastre, acabarán organizándose y echándose a la calle, pero igual es tarde, aunque, si lo hacen, no habrá misericordia, ni marcha atrás, sólo violencia. Lamentablemente, son situaciones complejas y las consecuencias impredecibles.

Esto no es invitar a la sedición, sedición es lo que hizo un consejero catalán el otro día amenazando con utilizar a los Mozos de Escuadra en favor de Convergencia, si el gobierno de España intentaba algo contra ellos -aún estoy esperando la reacción de mi gobierno y de la fiscalía acusándolo de sedición-, lo mío es invitar a defender lo nuestro: lo más sagrado, el patrimonio heredado de nuestros mayores -algunos lo llamarán la patria en peligro-. Y es que hay que estar dispuestos a todo, que Cataluña y Vascongadas son España, y los que viven en ellas son españoles. La única voluntad que vale en este negocio es la voluntad de todo el pueblo español: el único dueño, el único que puede decidir. El gobierno debe ponerse al frente y defender la Constitución, al pueblo español, y a la integridad territorial de España, y hacerlo contra cualquier enemigo interno o externo, y con todos los medios a su alcance. Para eso, que cuente con mi vida y con mi hacienda, para seguir dando vueltas, que las den solos.

Esperemos que no sea el Pueblo Español el que tenga que solucionar el problema generado por el 11M, desgracia que nos trajo a Zapatero y con él 8 años de ruina y destrucción, porque lo hará como en la Guerra de la Independencia: sin cuartel. Que no lo tienten pensando que seguirá pastando, que este pueblo, aunque sea manso, arrancará corneando sin piedad a cualquiera que se ponga por delante.

El Rey en este caso "esta, pero no se le espera", pues emitió un mensaje conciliador y los independentistas le dieron por todos lados. El Príncipe ha ido diciendo "que el problema no es Cataluña" y tiene razón, que el problema es el gobierno catalán y su partido Convergencia. El ejército estará preocupado e imagino que esperando órdenes. Rajoy, KO Esperemos que al final se arranque y cornee embolado con la Constitución y con el Código Penal. Que lo haga pronto, que si no, otros menos templados embestirán sin bolas, que esos otros no están tan lejos, que algunos olvidan, que en Cataluña, más de la mitad de la población quiere seguir siendo española. Una población acosada y perseguida que está harta de sufrir los abusos e imposiciones de los nacionalistas.

Se pide cordura a los de siempre. Que se la pidan a los que atacan la libertad en Cataluña y que nos amenazan con la independencia; que le pidan cordura a los que engañan a los catalanes durante 24 horas a través de ingentes medios de comunicación, entregados al poder nacionalista; que les pidan cordura a los que cuentan a los catalanes que tras la independencia serán más ricos, cobrarán más pensión, seguirán en la Unión Europea, en la OTAN y en el Euro, les tocará la lotería, ligarán más, vivirán más años y les crecerá el pelo a los calvos. Mentiras y MAS, todo mentira.

El 11M ha tenido muchas consecuencias negativas y sigue teniéndolas: se dice, que si no hubiera habido crisis, los nacionalistas no hubieran planteado la independencia. Aunque la crisis haya influido,  no ha sido decisiva: estamos en crisis desde antes del 2007 y hay indicios de que estamos comenzando a salir de ella; si plantean ahora los convergentes la independencia es porque ven que con este gobierno no rascan bola (ya no les han dejado influir en los presupuestos, como en años anteriores); en la huida independentista de estos caganet, la recuperación de España no favorece a sus propósitos, considerando los muy ruines que la coyuntura actual de debilidad del Estado es más adecuada para pedir la independencia y, además, se han tomado en serio que la sociedad española se está planteando un cambio de régimen, pero este régimen no es el de Aznar, cuestionando con mucha fuerza promover un cambio constitucional para liquidar el Estado de las Autonomías, derrochador y desintegrador. Ahí está el movimiento RECONVERSIÓN, que no ceja, y que nos pide nuestra colaboración y apoyo:


La plataforma reconversion.es ha organizado un acto público por la reforma del Estado, al que convoca a todos sus adheridos y seguidores, el próximo 12 de noviembre a las 19.00 en el Hotel Intercontinental de Madrid, (Paseo de la Castellana, 49) con el siguiente programa:
19.00Apertura
José Antonio Ortega Lara
19.10Estado de Derecho e Instituciones
Adolfo Prego
19.25Estructura territorial del Estado
Santiago Abascal
19.40Modelo productivo, déficit público y sistema de protección social
Rubén Manso
19.55Sistema de partidos y sistema electoral
José Luis González Quirós
20.10Cierre
Alejo Vidal-Quadras




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