Son muchos los artículos en los
que recomiendo a los críticos de izquierda que ponen verde a nuestra democracia
y están empeñados en llevarnos a la revolución, que la mejor cura para sus
delirios es irse a vivir a Cuba una temporada ¡Eso sí!: viviendo allí con dieta
de cubano.
Este Willy empieza mal: que se
haga llamar con un diminutivo gringo un tío amante de los hermanos Castro es
para hacérselo mirar, por mucho que se
llame Guillermo. En cuanto a la dieta de cubano, me temo que a éste Willy, los
Castro lo tratarán a cuerpo de rey y le dejarán compartir sus langostas y sus
mulatas. Hay que pagar la propaganda y éste señor se la hace gratis. ¿O no?
No sé por qué, pero las
revoluciones en favor de la clase trabajadora que en el mundo han sido siempre
las han hecho hijos de reconocidos burgueses. ¿Tendencias suicidas, traumas de la niñez por tetar de amas de cría campesinas o proletarias, simples descastados? Alucina vecina, cágate lorito.
¡Ánimo Willy! ¡No rebles! ¡A Cuba sin billete de vuelta! Y que nos perdonen los pobres cubanos si aparece por allí semejante alhaja. No creo que le dé por la pancarta. Allí no se lleva. Quedaría mal.
¡Ánimo Willy! ¡No rebles! ¡A Cuba sin billete de vuelta! Y que nos perdonen los pobres cubanos si aparece por allí semejante alhaja. No creo que le dé por la pancarta. Allí no se lleva. Quedaría mal.
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