Te fuiste por tu voluntad, aunque
alguien se encargó de dar un gran portazo para dejar claro que el PP quedaba
fuera de los negocios políticos que iban a sobrevenir: los de nuestra ruina. El portazo produjo 192
muertos y 1500 heridos, y con él, el PP perdió las elecciones. ZP nos ha arruinado y nos ha dejado tambaleando, pero quien te ha sucedido, tu alumbrado, se
comporta como fiel continuador de la misma política, para que los que han pretendido destruir España con semejante portazo, no se alteren.
No te extrañes pues, si no eres bienvenido:
el PP de hoy no es el que dejaste, aunque los barones regionales
te abrirán sus brazos, temerosos como están de perder las próximas elecciones
por la traición de Rajoy, que se niega a cumplir con su programa electoral; en cuanto a la
oposición de socialistas y nacionalistas, aunque se hagan notar, no te preocupes,
que la mayoría de los españoles decentes estamos contigo y gritaremos tan fuerte como haga falta.
¡Asóciate con Esperanza y déjala obrar! Y, aunque
te intenten convencer de que el Partido podría partirse con tu vuelta, no
rebles, que mejor será que se parta el PP en mil pedazos, que no que se parta España.
¡A por ellos!, que aunque sean
muchos, son cobardes.
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