domingo, 19 de agosto de 2018

DE NUESTROS “AMIGOS” DE LA UNIÓN EUROPEA POCO PODEMOS ESPERAR.-



elperiódico.com

Los países europeos que pasan por amigos siempre están enredando.

La llegada de Pedro Sánchez al poder ha sido irregular: ha entrado por la puerta de atrás de la moción de censura, sin ganar ninguna elección; también ha entrado mintiendo: dijo que venía a poner fecha a las próximas elecciones, pero no ha tardado en cambiar de opinión, optando por quedarse hasta el final de la legislatura, para mejorar sus posiciones, y colocar a los amigos y a medio partido, pues le quedan dos años de mandato para sacar tajada y crujirnos a los demás. Un oportunista y mentiroso como él no podía desaprovechar la ocasión para coronarse también como traidor: la decisión que lo corona como tal ha sido algo que prácticamente ya se ha olvidado: paralizar el permiso de obras del almacén nuclear de Villar de Cañas, en Cuenca. No lo ha hecho por congraciarse con ecologistas, ni con García Paje, el barón del PSOE en Castilla la Mancha que se opuso desde el principio al almacén nuclear, lo ha hecho como guiño a Francia. Estamos pagándole a nuestro país vecino una pasta para que nos guarde la basura atómica. El coste de la gestión de residuos es un negocio que mueve mucho dinero. Muchos dirán que no lo ven así, les diré, que tampoco vimos la traición de Felipe González a los españoles, cuando paralizó definitivamente las obras de la central nuclear de Lemóniz en 1984, una central nuclear que nos hubiera garantizado energía limpia y barata, y que nos hubiera ayudado a ser autónomos, energéticamente hablando.

Hubo casualidades que a fecha de hoy no podemos calificarlas como tal: las siempre sospechosas organizaciones ecologistas se opusieron desde el principio a la construcción de la central nuclear de Lemoniz, arrastrando a los ayuntamientos de la zona, que no quisieron ver las oportunidades de empleo de sus vecinos, por cobardía; ETA tardó cinco años en apuntarse, pero lo hizo asesinando a dos trabajadores, hasta que el 29 de enero de 1981 secuestró al ingeniero jefe de la obra José María Ryan, al que también asesinaron de un tiro en la nuca. El resultado fue inmediato: suspendieron temporalmente las obras. He hablado de casualidades, y no son pequeñas: el mismo día 29 de enero de 1981 Adolfo Suarez dimitió. Se ha llevado a la tumba las presiones que por esta causa recibió, pero la historia achaca su dimisión en exclusiva a un intento por evitar el 23 F, cuando había causas varias e injerencias graves e inaceptables en la política española que se han ocultado.

ETA no ha sido una organización autónoma que luchara por los vascos, ha seguido directrices exteriores, que favorecían a nuestros enemigos. En Francia nació, y en ella encontró refugio. ETA ha estado siempre vinculada a los intereses de los amos, esos que acogieron a los del PNV como guardia personal después de la guerra, y que siempre intentan pasar desapercibidos: ¿sirven a los jesuitas, a la masonería, o son lo mismo? No son lo mismo, pero como si lo seriese, por la imbricación de jesuitas y masones con el sionismo, para conformar el mismo tejado. Todo delata a la ETA como una organización ajena, a la que dan vida, traidores y engañados, muchos renegados españoles. Por supuesto, es una organización traidora a España, pero también a los que decía defender. En los grandes atentados que ha protagonizado ETA se ve siempre la mano de esos enemigos exteriores: desde el atentado a Carrero Blanco, para condicionar la sucesión de Franco, al asesinato de Ryan para favorecer a las eléctricas francesas; del atentado contra Aznar antes de ganar las elecciones, porque había prometido tirar de la manta, al 11M, ejecutado para obligar a la derecha española a acatar el hecho de que sea la masonería radical francesa la que imponga la política en España. El mensaje fue claro con el 11M: "Si no pasáis por el aro, nunca gobernaréis tranquilos", y bien que lo entendieron algunos. Dicen las malas lenguas que D. Mariano fue introducido en los misterios de la masonería en México para salvar el escollo. Se entiende así la contradicción de un hecho indiscutible: que cuando D. Mariano ganó las elecciones en 2012, se convirtió extrañamente en continuador de la política de Zapatero, pasando de rival a compañero. Algo que hubiera sido imposible un tiempo antes. ETA dejó de matar y se "disolvió" cuando los dirigentes de los grandes partidos políticos españoles aceptaron la tutela de la masonería irregular francesa. Se ha disuelto ETA, pero ahí queda el odio, el miedo y la estructura de una organización asesina que manda en los pueblos.

Pero no podemos quedarnos en la puerta. Francia se ha aprovechado del problema y nos ha colonizado, pero también los alemanes, los ingleses, los italianos y también el amigo americano sobre todos ellos, que piensan en España como el país del que aprovecharse, el despojo del que tomarán posesión cuando nos destrocen... Si nuestros gobernantes se venden y nosotros los dejamos.

Comenzando por el amigo americano, y sin ir muy lejos en la historia, ha dirigido nuestra política desde los tiempos del dictador, imponiéndonos a Juan Carlos como candidato a la sucesión. El almirante Carrero Blanco no tenía la misma opinión y los americanos le hicieron una propuesta que no pudo rechazar, utilizando a la organización de sus amigos vascos que lo sacaron del mundo. Después en la transición, nos impusieron una Constitución que contenía el germen de la división entre los territorios españoles. En eso estamos. Nosotros la votamos, pero no fueron las negociaciones de Alfonso Guerra las que dieron cuerpo a la Constitución, la pergeñaron en el Pentágono para mantener a los españoles en constantes fricciones, y que no nos dedicáramos a crecer como nación.

La colaboración de Franco con los aliados en la Segunda Guerra Mundial tuvo un precio, y la salud mermada del dictador les dio la ocasión a los americanos de dar por zanjada la deuda con él, exigiendo sumisión a sus sucesores. Decimos americanos por seguir el guión oficial, pero no son los pobres americanos los que dictaban ni dictan la política en el Mundo, ni tan poco fueron los que ganaron la Segunda Guerra Mundial, los americanos pusieron su ejército y los muertos. Quienes los empujaron a la guerra fueron los políticos puestos por el lobby judío, que domina la política americana y la política de otros países.

(https://es.wikipedia.org/wiki/Lobby_sionista_en_los_Estados_Unidos).

Suarez fue el candidato protegido por nuestros enemigos hasta que comenzó a pensar en favor de la nación. Entonces Nixon era el Presidente de los EEUU y Henry Kissinger (judío notable) su Secretario de Estado. Juan Carlos hizo lo posible para no perder el favor de Kissinger y de sus garrapatas, presionando a Suarez para que dimitiera. Ya no les era útil. Parece ser, que el Campechano mantenía informado a Henry Kissinger de todo lo importante que se cocía en el Consejo de Ministros, y seguramente lo siguió haciendo cuando Henry dejó de ser Secretario de Estado tras la caída de Nixon. Kissinger andaba asesorando al financiero Nelson Rockefeller, y fue cofundador del grupo Bilderberg con otro miembro de la familia Rockefeller y de la familia Rothschild, una organización que convertía en realidad el NOM (el Nuevo Orden Mundial promovido por el sionismo). No se iba a conformar el Emérito con ser confidente de Cyrus Vance, el nuevo Secretario de Estado de un gobierno títere de los amos, cuando podía serlo del gobierno del mundo en la sombra.

He hablado de Suarez, pero la apuesta del NOM era Felipe González. Éste fue la nueva apuesta de ese poder oculto, que manipuló el congreso de Suresmes en su favor, para dominar nuestro país. Un perfecto desconocido que venía bien recomendado y que pronto domó al partido, alejándolo del marxismo. Nada sabemos de su vida laboral desde que salió de la universidad de Sevilla, pero sabemos que estudió con una beca del dictador, como cientos de miles de españoles que lo hacíamos con aprovechamiento para sacar una media de 7 y medrar socialmente. Dicen las malas lenguas que cuando era estudiante fue captado por la CIA, y que trabajó como asesor de Mijail Gorvachov en Rusia hasta que fue llamado para encabezar el PSOE (una filtración de Fidel Castro, ya finado, que era un tipejo, pero tenía muy buena información de lo que pasaba en la URSS).

La labor de acomodar al PSOE en una España en transición, para conseguir el poder, la ejerció Alemania. Por supuesto, con abundante dinero. Una inversión que recuperaría con creces. Alemania ha sido gobernada desde que terminó la guerra por hombres sumisos al sionismo, y por lo tanto, nada que ver con la Alemania que se enfrentó a ellos. Todavía está pagando su derrota financiando el Estado de Israel. Y tanto es así, que en la actualidad está siendo gobernada por una mujer que es hija de una judía polaca: judía de pura cepa según las leyes judías. Para quien tenga algún interés o crea en las casualidades, hay una foto de juventud de Angela Merkel con Gina Haspel (directora de la CIA), y con Theresa May (actual primera ministra inglesa) que delata que el NOM elige entre los suyos a los futuros dirigentes mundiales, los prepara y los posiciona en los mejores puestos de salida. Dicen no obstante, que esa foto es un montaje ¡Vete a saber!

En la transición española, Alemania estaba gobernada por Helmut Schmidt, que sucedió a Willy Brandt (ambos del SPD, Partido Social Demócrata Alemán). Durante nuestra transición, Schmidt dirigía el gobierno, Brandt el SPD. Es conocido que el PSOE fue financiado por Alemania, y es conocido también lo que hicieron los socialistas de Felipe González para pagar la deuda contraída…, con nuestro dinero. Es más desconocido el juego sucio del PSOE con sus amigos alemanes para desestabilizar a la UCD y acelerar el cambio de gobierno en España. Pero eso se puede leer en el artículo que escribí sobre el Síndrome Tóxico.

https://jomajifor.blogspot.com/2011/05/treinta-anos-sin-decirnos-la-verdad.html

Los socialistas españoles pagaron su deuda de forma directa, desviando 3000 M del AVE andaluz en el "convoluto" del que fue protagonista el embajador de Alemania en España D. Guido Brunner, y de forma indirecta, cerrando los altos hornos de Sagunto y cargándose la industria metalúrgica española. No sé si fue una extraña aportación al ingreso de nuestro país en el Mercado Común, pero llevaron al traste a la metalurgia española (si Don Ramón de la Sota levantara la cabeza, daría marcha atrás a sus proyectos...). La compra del material rodante también tuvo sus líos, porque compraron demasiados trenes a la francesa Alston y demasiadas máquinas a la alemana Siemens, que encima presentaban fallos de adaptación en la señalización y en las catenarias. Se debieron comprar los trenes enteros y sólo los necesarios.

Con España se cebaron, y hasta José María Aznar calló en la trampa: acordaron, que todos los socios liberarían sus economías, especialmente las telecomunicaciones, y como en aquella moda de intercambio de parejas, en la que sólo los tontos acudían con su santa mujer, Aznar hizo el pardillo: Francia como ejemplo, no liberalizó nada, con lo cual, las empresas europeas entraron en España con sus telecos sin apenas inversión, obligando a la antigua concesionaria del servicio de telefonía fija, nuestra Telefónica, a poner a su disposición sus infraestructuras a un precio de alquiler ridículo, mermando el negocio. Aparentemente, el que sale ganando es el cliente, pero en la práctica, semejante imposición limita las inversiones, y cuando hablamos de tecnología, las inversiones son más que importantes, si quieres estar en la cresta. Y así seguimos.

Los franceses por su parte, ya nos habían invadido con sus grandes superficies: los Alcampos, los Prycas y los Carrefures destruyeron el comercio de proximidad, y ya de paso, se apoderaron de la distribución agro alimentaria. Los alemanes se quedaron con la SEAT y ahora vivimos de prestado. Los italianos fueron menos precoces, pero consiguieron quedarse con ENDESA, compitiendo con malas artes con los alemanes. Era una empresa estratégica, la joya de la corona de las eléctricas, y gracias a que su Presidente Don Manuel Pizarro fue leal, consiguiendo para los accionistas un precio alto por sus acciones, que si no… El intelectual de la sonrisa estúpida que respondía por Zapatero alguna vez lo pagará, que según se filtró, prefirió cobrar su presunta traición en diamantes. También los italianos entraron a por nuestras aceiteras, comercializando nuestro aceite multiplicando su precio, ante la dejadez de nuestro gobierno, que no exige reciprocidad ¿Y qué decir de IBERIA, otra de las joyas de la corona?: hace pocos años se asoció con los ingleses, que convencieron a nuestros directivos, y se quedaron con la empresa resultante, aportando a cambio, chatarra de aviones viejos, su pasivo y el ruinoso plan de pensiones de los empleados ingleses.

¿De dónde sale en este país tanto traidor?, porque tontos habemos muchos, pero no a esa altura. Como respuesta, podría deberse a ese viejo mantra, por el que el sueño de todo español es hacerse rico para vivir tocándose los huevos (a mí que no me den, que me pongan dónde haya, que yo ya… diría nuestro José Mota). Se complementaría con el otro mantra de odiar a España sin querer salir de ella, imponiendo a la mayoría los intereses de la progresía.

¿A qué viene que defendamos la permanencia en Europa cuando nuestros socios nos despellejan y pretenden, como siempre, aprovecharse utilizando a nuestros traidores? No se puede culpar a otros del puesto que ocupa España en la economía mundial, puede comprobarse que estamos ahora en un puesto más bajo que el que ocupábamos cuando ingresamos en el Mercado Común, y ¡La verdad!Para semejante viaje no hacían falta alforjas.

Algunos bien intencionados pensarán que en Europa nos quieren. En Europa, los únicos que nos aprecian un poco son aquellos con los que no hemos tenido contacto, los demás, producto de los intereses y de la antigua política de los Austrias, conservan el odio ancestral que han mamado: en cuanto a los alemanes, que tendrían motivo para apreciarnos, desconocen las gestas de los españoles en alianza con el ejército alemán, consecuencia de una educación que ha tapado como vergonzante, su reciente historia. De los franceses poco podremos esperar, lo mismo que de los ingleses, sociedades ambas muy sionizadas, y por tanto, proclives al abuso, al parasitismo y al odio eterno. Si fuéramos como ellos, no dejaríamos de cagarnos en sus muertos, por hijos de puta y porque no son de fiar, pero el español, fuera de nuestra mala leche momentánea, tendemos a la concordia y al olvido. Los italianos, nuestros primos histriónicos, llevan los últimos 80 años dándonos la espalda, entretenidos con sus mafias, su música, su corrupción y sus pizzas. Los portugueses, tristes ellos, practican lo del refrán: “De España, ni buen viento, ni buen casamiento”, hasta que han tenido problemas y han descubierto a nuestros jubilados. Los belgas todavía tienen pesadillas con el Gran Capitán, como los holandeses, pero viven dejándose invadir por salvajes que se los comerán crudos.

España sufrió la política de unos reyes que, estúpidamente, se pusieron a liderar la defensa del catolicismo frente al protestantismo, aceptando guerras sin apuntar a los responsables y exponerlos colgados de una soga. Los Papas, de siempre, malos pagadores, en lugar de agradecer el favor de defender su negocio, terminaron conspirando contra España. El único que les tomó la medida fue nuestro Carlos I, que aunque formalmente se disculpo por el saqueo de Roma, comprobó que el Papa nunca más tomó decisiones contrarias a él como Emperador. De aquellos polvos, los lodos de hoy.

Si escuchamos que el gobierno francés, el inglés y el alemán se han confabulado contra España para librarse de los emigrantes que rechazan, no nos extrañemos: si nuestro gobierno no los acepta, sus organizaciones masónicas romperán España y después se quitarán de encima a todos los inmigrantes que les sobren mandándolos aquí (recordemos que son muchos los millones de musulmanes que hacen inhabitables muchos barrios y ciudades francesas y belgas, lo mismo que en Alemania y que en Inglaterra). Los dirigentes de esos países estarían valorando crear el caos en nuestro país para convertirlo en una parte de África. Si nuestro gobierno los acepta, comenzaremos a entender lo que significa vivir invadidos por gentes de otra cultura y religión que encima nos odian. En cualquier caso, acabaremos mal y tendremos que reaccionar, comenzando por leerle la cartilla a Pedrito Sánchez, para que nos explique ¿para qué le ha dado George Soros 12000 M de €, y por qué ha aceptado la propuesta de Merkel de mandarnos a los ilegales que hayan entrado por España? ¿Cómo van a comprobarlo si no tienen papeles?, y aunque los tengan. España no puede responsabilizarse de la dejación de la UE respecto a las fronteras europeas. Este Pedro sí que va a superar a todos los Iscariotes.

Malos tiempos los que nos esperan, pero siempre será mejor enfrentarse a ellos afilando la hoja del cuchillo, que arrugarnos. De nuestros socios, cuidado con ellos, y mejor que nos teman. Conscientes de que nuestros peores enemigos son españoles, y andan entrando y saliendo de las logias, que Dios nos ampare y nos inyecte valor, que nos va a hacer falta para enfrentarnos a lo que se nos viene encima.

Nuestros antepasados rezaban a Santiago en las batallas que libraban contra los moros, pues lo tenían por valedor. Tendremos que retomar el "Santiago y cierra España" espada en mano.

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