miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Qué hemos hecho para que nos quiera tan mal? ¿Acaso hemos sido nosotros los que matamos a su abuelo?

HAMLET

"Esa calavera tenía lengua y podía cantar. Este bribón (el enterrador) la estrella contra el suelo como si fuera la quijada de Caín, que cometió el primer crimen. Tal vez fuese la cabeza de un político, ahora avasallado por un asno, capaz de engañar a Dios, ¿no crees?"

Y de engañar a medio país, diría yo; pero nuestro político aún vive y sigue haciendo daño, mucho daño: dedicado a destruir la obra de su recordado antecesor, ahora derriba los logros de la transición -obra de todos-, empeñado en que los españoles vivamos la experiencia del socialismo, un sistema político arrinconado y desechado por los hombres que lo sufrieron. 

Los españoles, en lugar de socialismo, tuvimos que pasar por la dictadura de Franco y luego por la dicta blanda. Este engañador no cree que fuera castigo suficiente y quiere que traguemos la amarga medicina socialista y nacionalista que pretende romper España en mil pedazos.

Si no puedo hacer otra cosa, esperaré a que este país reaccione y lo repudie; si no es así, mi espera será más larga: me consuela saber, que como en la obra de Shakespeare, todos estamos sujetos al mismo final, y que por mucho tiempo que transcurra, su cabeza terminará rodando cuesta abajo en la huesera, donde será arrojada por otro enterrador que, lleno de filosofía de la vida, le sacará punta a todo, convencido en que sus obras (las sepulturas que abre en el suelo) son las más fuertes, pues duran hasta el día del Juicio Final. 

Que Dios nos ampare.

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