Hoy es un día especial en la Semana Santa, por conmemorar la muerte de un hombre que vino a abrirnos los ojos a los demás. No lo consiguió, que algunos, para taparlo, llevan 2000 años confundiendo a los Espíritus humildes que venimos a este mundo, para que no descubramos el mensaje que traía. Pero Él lo intentó.
Otros -muy pocos- creemos haberlo descifrado, oculto bajo toneladas de mentiras. Si lo damos a conocer, nos llamarán falsos profetas y nos perseguirán.
¡Qué le vamos a hacer! Será nuestro sino ser perseguidos y calumniados. Pero no nos callarán.
Él nos lo dijo: "La verdad os hará libres". Consecuencia: vivimos engañados en este mundo, donde somos esclavos. Este mundo es una cárcel, lo mismo que nuestro cuerpo, que aprisiona a un Espíritu de Dios que vive secuestrado en él. La muerte es la oportunidad para escapar de este mundo al verdadero reino de Dios, y no volver. Sólo la ignorancia nos lo impide, que es la cárcel más fuerte de todas". Si volvemos a este mundo de materia, creado por Satanás, es por que no hemos captado el mensaje salvador de Jesús, continuamos engañados, y seguimos, por tanto, sujetos a la muerte. Lo siento, es lo que hay.
Un amigo, que siente estas festividades, me manda este poema.
A Cristo crucificado
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido:
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No tienes que me dar porque te quiera;
pues aunque cuanto espero no esperara,
lo mismo que te quiero, te quisiera.
Anónimo
Otros -muy pocos- creemos haberlo descifrado, oculto bajo toneladas de mentiras. Si lo damos a conocer, nos llamarán falsos profetas y nos perseguirán.
¡Qué le vamos a hacer! Será nuestro sino ser perseguidos y calumniados. Pero no nos callarán.
Él nos lo dijo: "La verdad os hará libres". Consecuencia: vivimos engañados en este mundo, donde somos esclavos. Este mundo es una cárcel, lo mismo que nuestro cuerpo, que aprisiona a un Espíritu de Dios que vive secuestrado en él. La muerte es la oportunidad para escapar de este mundo al verdadero reino de Dios, y no volver. Sólo la ignorancia nos lo impide, que es la cárcel más fuerte de todas". Si volvemos a este mundo de materia, creado por Satanás, es por que no hemos captado el mensaje salvador de Jesús, continuamos engañados, y seguimos, por tanto, sujetos a la muerte. Lo siento, es lo que hay.
Un amigo, que siente estas festividades, me manda este poema.
A Cristo crucificado
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido:
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido;
muéveme ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No tienes que me dar porque te quiera;
pues aunque cuanto espero no esperara,
lo mismo que te quiero, te quisiera.
Anónimo
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