jueves, 20 de octubre de 2011

ETA anuncia el cese de los asesinatos.



ETA ha anunciado el cese de la violencia y rápidamente los zapateros han comenzado a decir que se trata de una victoria de la democracia. Me parece bien que intenten engañarnos, porque sería mucho peor que alguno de sus amiguetes vuelva a liarse a bombazos para que los más flojos vuelvan a cambiar su voto y estos felones continúen destrozando a España 4 años más.
¿Por qué digo que intentan engañarnos? Muy simple: la ETA no se disuelve ni deja las armas; se limita a pedir negociaciones a los gobiernos de España y Francia para hacer el referéndum de siempre, que suelten a sus pobrecitos presos, y conseguir la independencia. ¿Algo nuevo?
Los zapateros por su parte, han comenzado a dar una interpretación sesgada del anuncio de cese, hablando de victoria y agradeciendo su sacrificio a policías, guardias civiles, jueces, etc. para reafirmar su débil posición ante la sociedad española por su desgobierno y la ruina a la que han traído a este país. Esta es la baza que han preparado para intentar salvar los muebles en las próximas elecciones, que no han querido que se celebraran antes para dar tiempo a negociar con ETA esta pantomima.
Están dando a la noticia un eco que no tiene. Si de verdad los etarras quieren dejar la violencia, que llamen a la guardia civil y a los gendarmes y les digan donde almacenan las armas; que los que andan huidos de la justicia se entreguen, que confiesen su participación en el 11M, que pidan perdón al pueblo español y a las víctimas y que disuelvan todas sus organizaciones. Nada de eso ha habido, sólo una escenificación que es la segunda parte de la conferencia de San Sebastián.
Mientras escribo este panegírico, Rajoy se ha unido al paripé. Entiendo que lo hace para que los otros no se lleven todo el mérito y que no se lo coman por las patas criticándolo, pero aunque sean unas declaraciones inteligentes, lamentablemente las palabras te acaban obligando: si gana las elecciones, Rajoy se verá condicionado por sus palabras y no podrá echarse atrás ante peticiones imposibles. Di, que alguien tan pusilánime tampoco se atreverá. A la pantomima, lo último que nos faltaba, también se ha unido la Casa Real.
Que no celebren tanto esta victoria porque no hay tal victoria: es una rendición del Estado Español ante los independentistas. Si no, al tiempo, y eso no se puede consentir. Nos están engañando los que deberían protegernos. Habrá que echar a todos; para eso habrá que cambiar el voto hacia gente nueva. Lo dicho: los políticos son como los calzoncillos, que hay que cambiarlos a menudo para que no huelan. 

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