miércoles, 14 de abril de 2021

Carta al hospital o al ambulatorio del barrio que quiere salvarme de la COVID .

 



En _____________ a ___ de _____________ de 2021



A la Dirección del Hospital o Ambulatorio del barrio.-

Asunto: vacunación COVID.


Me dirijo a ustedes, tras recibir varias notificaciones invitándome a vacunarme, para informarles que he decidido no hacerlo.

Lo que llaman en estos momentos vacunas Covid, la mayoría son experimentos transgénicos, con resultados seguramente irreversibles, según la opinión de eminentes virólogos ajenos al poder y sin intereses con las farmacéuticas, que están avisando a la población para que no se vacune. Las autoridades de la Nación, utilizando para su propaganda a los medios de comunicación, están coaccionando a la población en general y especialmente a pensionistas y a determinados colectivos como el sanitario y el policial, para que nos vacunemos “voluntariamente”, sin consentimiento informado previo. El resultado de la vacunación, con lotes de AstraZeneca como el ABV5300, que ha producido trombos en varios países y que fue suministrado a unidades de nuestra Policía Nacional, ha sido uno de los incidentes que han trascendido, y que invita, por simple precaución, a no vacunarse, pues sólo nos informan de aquello que no han podido tapar (la punta del iceberg). Tampoco son inocuas las otras vacunas de Pfizer, Moderna, Johnson, Janssen y, demás, por similares y graves efectos secundarios denunciados por organismos ingleses, como respuesta a las denuncias de fallos de su vacuna AstraZeneca. Y da lo mismo que el número de reacciones negativas sean datos absolutos o relativos, inyectarse cualquier cosa que prevenga de COVID es un riesgo innecesario.

Como es público y notorio, las farmacéuticas no se han hecho responsables de los efectos que puedan provocar lo que llaman vacunas COVID en España y en otros países. Aunque lo niegan, no han pasado de las fases de ensayos clínicos, ensayos que suelen durar muchos años, por lo que un proyecto de vacuna que lleva sólo unos meses de experimentación no debería comercializarse ni ser administrada a los ciudadanos como se está haciendo. Digan lo que digan, está en fase de experimentación, con la diferencia, de que se ha aplicado directamente a la población, sin haberse estudiado previamente en animales. Así lo atestiguan diferentes informaciones que fijan en el 2020 el inicio de ensayo en humanos, en esa irresponsable e incomprensible carrera de los diferentes gobiernos del mundo por vacunar a sus ciudadanos contra una enfermedad que en estos momentos produce menos muertes que sus vacunas ¿No es un comportamiento punible?: Vacuna experimental contra Covid-19 en EU produce anticuerpos - Ciencias - La Jornada; Italia inicia la fase de experimentación en humanos de su vacuna contra la COVID-19 (europapress.es); Una carrera desigual entre las vacunas contra el coronavirus – Telecinco; Estas son las vacunas del coronavirus que están en fase 3 (diariodesevilla.es)...

Las compañías de seguros, por su parte, no cubren en sus pólizas de vida a las personas que voluntariamente se someten a experimentos de riesgo, por más que lo cataloguen como bulo algunas empresas especializadas en negar lo evidente: en este tipo de ensayos clínicos, lo normal es que el seguro se convierta en obligatorio para garantizar al sujeto interviniente una protección específica por haber aceptado someterse a una experimentación médica de incierta eficacia y resultado. Cosa que no se ha hecho, pues ni siquiera se informa a los ciudadanos que creen estar vacunándose, de que están participando en un ensayo clínico notablemente irregular: si el ensayo es reciente, malo, porque supone improvisación, y si lleva tiempo investigándose este tipo de medicamentos que pasan por vacunas, peor, porque supone una planificación y unos objetivos inconfesables. En general, para saber si un seguro de vida cubre la muerte por coronavirus, hay que estar al contrato firmado con el seguro y comprobar que la póliza no excluya el fallecimiento por epidemias o pandemias (sean naturales o planificadas).

En cuanto al consentimiento informado, es el procedimiento mediante el cual se garantiza que el sujeto ha expresado voluntariamente su intención de participar en una investigación, después de haber comprendido la información que le han dado acerca de los objetivos de la misma, los beneficios, y los riesgos. En algunos casos, tales como el examen físico de un médico, el consentimiento es tácito y sobreentendido. Para procedimientos más invasivos o aquellos asociados a riesgos significativos o que tienen implicados alternativas, el consentimiento informado debe ser presentado por escrito y firmado por el paciente. Por último, bajo ciertas circunstancias, se presentan excepciones al consentimiento informado, pero se salen del objetivo de este escrito.

Me da lo mismo la probabilidad de riesgo que asuma. Soy responsable de mi cuerpo y de mi salud, y digo NO a una vacunación en la que no confío. Tampoco confío en autoridades sanitarias, que están a la orden de unos gobiernos (el autonómico y el central) que intentan convencerme, a través de mensajes de terror, de que la vacuna es el único medio de volver a la NORMALIDAD, cuando veo que todo es un FRAUDE. ¿Qué normalidad tendré si pierdo la salud o la vida, siguiendo directrices de políticos traidores, que en lugar de protegerme, siguen las órdenes de un enemigo, que busca hacer negocio, a la vez que quiere reducir la población mundial? Asumiré los riesgos naturales, que ya es bastante.

Nada de lo anterior se me ha ofrecido, únicamente, se me anima e incluso se me presiona de mil maneras a participar voluntariamente en un experimento en el que es más que probable que mi salud se resienta.

De momento, hay leyes y tratados internacionales, resoluciones, e informes que nos protegen y orientan frente a los intentos de imponer la vacunación generalizada y obligatoria a la población. Aunque ya lo deberían saber, les informo:

El Consejo de Europa en su resolución 2361 de 27 de enero de 2021 prohíbe discriminar a quien no se quiera vacunar contra COVID (Vacunas Covid-19: consideraciones éticas, jurídicas y prácticas). (https://pace.coe.int/en/files/29004/html).

La Fiscalía del Tribunal Supremo, emitió un dictamen el pasado 24 de febrero de 2021 dirigido a las distintas fiscalías en el que resuelve que la vacunación no es obligatoria.

La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) señala, después de que el Parlamento gallego haya aprobado reformar la normativa para imponer multas a aquellos que se nieguen de forma injustificada a vacunarse, que “no hay razones epidemiológicas ni éticas que justifiquen la obligatoriedad de la vacunación e, incluso, puede ser contraproducente”.

El abogado José Ortega ha hecho un dictamen sobre vacunación obligatoria en España: un completo estudio sobre COVID y sus mal llamadas “VACUNAS”, que por sí solo basta para echar abajo cualquier opinión legal contraria. Dictamen sobre vacunación obligatoria | CORONAVIRUS LEGAL (wordpress.com).


Además:


El consentimiento informado en el CCyCN y en la ley 26529 de derechos del paciente: https://leyderecho.org/historia-del-consentimiento-informado/.

Declaración Universal sobre Bioética de la Unesco de 19 de abril de 2005: http://portal.unesco.org/es/ev.php-URL_ID=31058&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html.

Pacto de San José, Costa Rica:

Carta internacional de los Derechos Humanos:

Código de Nuremberg:

Declaración de Ginebra:

Convenio para la protección de los Derechos Humanos y la dignidad del ser humano con respecto a las aplicaciones de la biología y la medicina de OVIEDO de 4 de abril de 1997, (BOE 251 de 20 de octubre de 1999). En su artículo 6 pone el consentimiento del individuo por encima de cualquier consideración.

Por añadir algo que deben saber …

Ésta es una lucha, en la que las personas de bien hemos de unirnos frente a seres deshumanizados, que gobiernan el mundo desde la sombra, utilizando gobiernos títeres en la mayoría de los países, gentes que se mantienen jóvenes consumiendo sangre de niños esclavizados en granjas secretas. Parásitos que hablan de un Nuevo Orden Mundial, que es el que quieren imponernos, pero que es para su beneficio, pues pretenden idiotizar y esclavizar a los desgraciados que sobrevivan a sus venenos y a sus engaños, para que nunca puedan rebelarse. Porque ya no nos necesitan. La robótica se ha desarrollado de una forma tal que la mayoría de los trabajos los puede hacer una máquina, y eso es algo más que evidente. ¿Qué utilidad podemos darles? Ante eso debemos preguntarnos: ¿para qué necesitamos nosotros alimentar parásitos?

Por eso, frente al intento de imponernos ese Nuevo Orden, debemos luchar para recuperar los derechos y libertades que nos han arrebatado durante esta falsa pandemia, acabar con esas élites satánicas, y extender los derechos y libertades al resto de la humanidad que está peor que nosotros. Luego, habrá que racionalizar nuestro comportamiento, para que la población mundial se acomode a vivir del trabajo y el esfuerzo, respetando la naturaleza, y abandonando el progreso desbocado, que no es sino la consecuencia de la ambición y de la explotación sin límite del hombre, por parte de esos parásitos avariciosos e insaciables, que lo consideran ganado.

Señores títeres: Defenderé mi vida y la de mi familia con todas mis fuerzas y recursos.

Reciban mi total desprecio.









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