Regalaré peras del olmo, deseos incumplidos, estrellas invisibles, amigos del alma, canciones sin autor, viajes a la Luna, amores perdidos, sueños imposibles, maravillas intocables, cromos de chocolate, chicles de bola, pipas con sorpresa, dolores de risa, cuentos felices, dietas milagrosas, vidas de película, culos molones, pechos solidarios, hipotecas incobrables, préstamos locos y bodas de hecho. Lamentablemente, la vida es otra cosa. ¡Perra vida!
martes, 29 de junio de 2010
Estatuto Catalán y cabreo nacionalista
sábado, 26 de junio de 2010
¿Es el cáncer nuestro peor enemigo?
miércoles, 23 de junio de 2010
¿Qué es una ONG?
lunes, 21 de junio de 2010
LA BOLSA, UN JUEGO SIN SENTIDO COMÚN
La bolsa sube y baja y sus movimientos siempre encuentran explicación a posteriori. Cuando el economista de turno se encuentra en un aprieto, termina diciendo que la bolsa lo está contabilizando o descontando. Por todo ello, querido lector, considera que la bolsa es como la ruleta de la suerte: puedes ganar o perder, sabiendo, que no se entra en ella para perder y que casi nadie está libre de riesgos. Digo casi, porque siempre hay quien juega sobre seguro, aprovechando información privilegiada.
El otro día me encontré con el anuncio de un cursillo en el que podías aprender a jugar en bolsa. La mayoría de los comentarios –se supone de gente que habitualmente practica este juego de riesgo- entendía que era una manera de sacarles los cuartos a los pardillos que se apuntaran. Yo era de la misma opinión.
En estos momentos, nuestra bolsa es más juego de riesgo que en otros, pues la economía española está como está: bordeando la ruina. Por eso, si la bolsa sube, no te lo explicas. Tendría que estar en movimientos cortos, rectando por el suelo como las culebras. Pero, ¿tiene explicación? Claro que la tiene: nuestro IBEX está compuesto por valores que tienen gran parte de su negocio fuera y les va bien -otra cosa es el Mercado Continuo-; se dice que los bajistas han provocado sobre venta y ahora tienen que comprar de forma obligada. Seguro que sí, aunque es un poco tarde para aceptar esta versión, que hace dos semanas recompraron barato para devolver las acciones alquiladas. También sabemos, que fuera de la bolsa, los bajos intereses dan pocas oportunidades a los ahorradores, pero tampoco es nada nuevo. Lo cierto es que hay manos fuertes dispuestas a hinchar un poco el IBEX para atraer nuevos pececillos, aprovechando cualquier noticia. Humildemente creo, que más pronto que tarde, esas manos venderán sus valores, encerrando en la red a las madrillas, que no podrán salir sin grandes pérdidas.
Que no desesperen si eso ocurre: la verdadera oportunidad en bolsa vendrá cuando ZP diga que se marcha o lo echen. Lamentablemente, para poder aprovechar la subida en cohete que se producirá habrá que estar dentro. Consejo: si no estáis, ir entrando en bolsa aprovechando las bajadas de aquellos valores que dan buenos dividendos, no antes. Cuando corra el rumor sobre la marcha del sujeto en cuestión, la bolsa subirá como la espuma, pues significará que la verdadera crisis de este país la habremos superado.
¿Acertaré en algo? Ni idea: la bolsa es caprichosa y va por libre. Ahora mismo, sin mayores motivos, lleva una semana subiendo. ¿Estará descontando algo?, ¿algún rumor acaso?
martes, 8 de junio de 2010
Huelga de funcionarios o cierre patronal
Hoy, día 8 de junio de 2010, estaba convocada una huelga de funcionarios. Hasta ahí, todo correcto. Paso por una oficina de correos, y cuál es mi sorpresa, al encontrarla con la persiana bajada, en horario de atención al público. Eso sí, había un cartelito en el que avisaban que la oficina estaría cerrada al público a causa de la huelga.
Me vinieron a la cabeza dos preguntas: la primera, ¿si había convocada una huelga o un cierre patronal? y la segunda, ¿si no habían puesto servicios mínimos?
Después, pasé por un centro cívico: ese lugar donde van a jugar a las cartas los ancianos, tienen guardería para niños, dan clases los adultos en la Universidad Popular y hay varios bedeles en un mostrador, cerca de la puerta, dando cabezadas o jugando a marcianitos en el ordenador. Pues bien, puerta cerrada y cartelito en la puerta.
Nuevas cuestiones: si yo fuera funcionario y no pudiera entrar a trabajar en día de huelga por estar cerrado el centro de trabajo, me negaría a que me descontaran un solo euro.
¡Claro! Así es fácil decir que la repercusión de la huelga es de un 75% y a la vez de un 10%.
En esta huelga, la colaboración del empresario (gobierno) y de los sindicatos es evidente. Con los edificios cerrados, los funcionarios, aunque quieran, no pueden ir trabajar y está claro que esos edificios han sido cerrados por orden de las diversas administraciones del Estado. Es como si quisieran lavar la imagen de los nuevos sindicatos verticales, que han estado y están apoyando a ese mismo gobierno. Por eso, les está facilitando que haya abultadas cifras de huelguistas, aunque luego, serán muy pocos a los que se les descuente la huelga.
Si yo fuera funcionario, no hubiera respaldado esta huelga, pues la han convocado unos sindicatos que no han hecho nada para evitar la bajada de salarios de los funcionarios. La tendrían que haber convocado antes de que el Consejo de Ministros aprobara la bajada de salarios. Entonces se habría visto intención reivindicativa, ahora es un lavado de cara.
Como contribuyente, sé que los funcionarios ganan poco y que tenían que ganar más, pero también sé que hay demasiados funcionarios que han entrado a golpe de dedo del político de turno, y que no tenía que haber Autonomías, ni tanto derroche de los partidos que gobiernan el Estado, esas Autonomías y esos Ayuntamientos, que se gastan nuestro dinero en asesores políticos y emisoras de radio y televisión innecesarias. Son recursos públicos que acaban creando pesebres de votos con el dinero de todos, cuando ese dinero haría falta guardarlo o invertirlo en algo de mayor utilidad. Si no tuviéramos un Estado con más de 3 millones de funcionarios y un montón de miles de políticos y sindicalistas que no dan un palo al agua, también nuestros problemas serían otros, pero mucho menores.
Este gobierno nos las está haciendo muy gordas y va a acabar mal. Sea como sea, espero, por nuestro bien, que sea pronto.
¡Ah! Este paripé no ha sido una huelga, en muchos sitios, pues no he visto todos, ha sido un cierre patronal.