En los últimos días, la maquinaria de propaganda oficial nos ha venido entreteniendo con el caso del Sr. Matas. Seguramente, para que no nos acordemos de la desastrosa situación económica por la que estamos pasando, y para que no se note demasiado la incalificable gestión de este gobierno, que nos está llevando directamente a la ruina, al desastre, y al precipicio.
Hoy se publica en diversos medios el auto del juez instructor, del que se desprende, que ha nacido un nuevo juez estrella: éste, no solo instruye, parece que juzga y condena de antemano. Utiliza términos impropios del lenguaje forense, siempre muy cuidado y técnico, y no se corta a la hora de fijar la cuantía de la fianza, imponiéndole al Sr. Matas 3 millones de Euros. Comparando con otros casos, resulta excesiva. Parece ser, que a los terroristas, otros jueces les han impuesto fianzas de 50.000 €. Aluden a lo de siempre: riesgo de fuga y destrucción de pruebas. El señor Matas podía haberse quedado en USA y vino como un corderito, por lo que el riesgo de fuga es imaginario. El juez debería haber valorado que una fianza tan alta perjudica siempre al procesado Matas: si consigue un aval para pagarla, queda en el consciente, subconsciente y en el inconsciente ciudadano, que el Sr. Matas dispone de mucho más dinero y, por lo tanto, ha podido robarlo mientras gobernaba en Mallorca; si no lo consigue, a la cárcel: propaganda asegurada para el gobierno durante otra semana, en contra de la oposición y, además, gratis. Por otra parte, da pie a pensar a muchos ciudadanos que el juez instructor se ha puesto de parte del gobierno, cuando el juez, no solo ha de ser imparcial y justo, también ha de parecerlo.
El Sr. Matas lo tiene muy crudo, pues, la machacona información de la que ha sido objeto en los medios de comunicación, hará imposible la recomposición de su fama en el caso de que sea sobreseída su causa en los tribunales o resulte inocente de los cargos que se le imputan. Si es así, este gobierno y sus medios nos tienen acostumbrados a una escueta notita y a que nadie vaya a la cárcel por calumniar. A algunos, calumniar les sale gratis.
Está claro que hay una doble vara de medir: los casos que afectan a la oposición, son aireados a los cuatro vientos por los adláteres gubernamentales y medios afines, y los casos que afectan a destacados políticos socialistas son silenciados, sin la menor vergüenza. Recientemente, en los escándalos de los trajes del Sr. Camp y en el caso Gurtel, hemos podido comprobar que el partido en el gobierno se ha dedicado a todo tipo de irregularidades para comprometer a los afectados, que, sin duda, se habían elegido expresamente para quemarlos políticamente y conseguir, por medios oscuros, lo que las urnas les vienen negando. El ¡Todo vale!, para conseguir echar de la Comunidad Valenciana al Partido de la Oposición. También lo han intentado en la Comunidad de Madrid. Hemos visto salir del furgón policial a los políticos de la oposición esposados de mala manera para que, al final, quedaran libres sin cargos. Ningún responsable político ni policial está procesado por prestarse a esos manejos indecentes contra la oposición, en fechas precisas de escándalos gubernamentales o en fechas cercanas a elecciones. Pero, como esta oposición es tan blandita..., se atreven a todo con ella. En tiempos de Aznar, la oposición de entonces, que está gobernándonos ahora, no se cortaba a la hora de atacar al gobierno de todas las maneras posibles. Hasta sedes del PP resultaron incendiadas por energúmenos. Es de imaginar quién les señalaba los objetivos y la ideología que llevaban a cuestas. Si los denunció el Sr. Arenas, no llegaron muy lejos las denuncias. Y es que siempre ha sido una oposición muy acomplejada, que siempre teme que la relacionen con el franquismo. Enfrente sin embargo, tienen colegas socialistas, que siendo hijos del régimen, presumen de haber luchado contra él ¿Habrá sido en los pasillos de los colegios mayores de SEU cantando el “Cara al Sol? El mismo Presidente del Gobierno, el Sr. Bono, la Vicepresi, varios ministrines…etc. En realidad siguen mandando los mismos de antes a través de sus retoños ¡Eso sí! disfrazados de rojillos.
Curiosamente, mientras procesaban al Sr, Matas, se ha sabido, que, Bono, el antiguo Presidente de la Comunidad Manchega y actual Presidente del Congreso de los Diputados, le ha comprado a su hijo un pisito en Madrid, que le ha costado 1 millón de Euros. Ahora se lo están reformando. Dicen esas informaciones, que el Presidente del Congreso va a menudo a supervisar las obras y hace bien en no fiarse, que aunque los gremios de la construcción no son como los políticos, no puedes dejarlos sin vigilancia.
Como contribuyente, no tengo por qué fiarme de los políticos, ni siquiera del Sr. Bono - tan campechano y simpático él. Doy por supuesto, que mientras no se demuestre lo contrario, el dinero que ha pagado el Sr. Bono por el piso de su hijo es dinero blanco, y que el Sr. Bono es honrado a carta cabal; pero, como español que paga sus impuestos, tengo derecho a que se me aclare: ¿cómo puede ser, que un político que gana unos miles de Euros al mes (parece que gana 9000€), puede permitirse el lujo de hacer semejantes dispendios y todavía le queden fondos para asumir una reforma? Para eso está el Fiscal anticorrupción, que debería investigar el origen del dinero del Sr. Bono, del Sr. Matas, y de cualquier otro político cuando deja el cargo y mientras está en él, cumpliendo así con sus obligaciones para con los contribuyentes desconfiados y para con la justicia. No debe quedar ni una sola duda –y más en tiempos de crisis- sobre la honradez de ningún político, ni del origen de su patrimonio -sea del partido que sea- que creo les pagamos bien y puntualmente. El piso que le ha comprado el Sr. Bono a su hijo tendrá su buena hipoteca, y el resto del dinero estará justificado, pero debe quedar claro que es así, pues lo mismo que el Sr. Mata ha sido Presidente de la autonomía mallorquina y le achacan claro-oscuros, el Sr. Bono lo ha sido de la Castellano-Manchega. Lamentablemente, la fiscalía depende del gobierno y el fiscal anticorrupción no es una excepción.
Al Sr. Mata se le investiga por un desfase en los presupuestos de una obra, que resultó ser el doble de lo inicialmente presupuestado -algo habitual en este país en las obras del gobierno, comunidades y ayuntamientos de todos los colores Y HASTA CUANDO NOS TOCA A LOS MORTALES DE A PIE REFORMAR LA COCINA Y EL BAÑO, QUE EMPIEZA BIEN Y TERMINA EN LAS NUBES-. Si el Sr. Mata está en los tribunales por una duda en su gestión, perfecto, pero no debe estar solo. Y no dejemos el asunto limitado a dos ex presidentes de autonomías: me pregunto sobre un político que nos presidió, que se ha hecho un palacio en una playa extranjera, ¡Tan feliz y locuaz él! Qué decir, de los dispendios de otro político andaluz, muy dado a proteger a toda su familia aprovechando el cargo. Ahí está de ministro, más chulo que un ocho, sin que nadie le pida cuentas de nada, cuando debería haber sido puesta a la luz toda su gestión. Me pregunto también, ¿qué será de aquél alcalde que llegó pobre a un ayuntamiento y se fue rico? -y no me refiero al ex novio de Isabel Pantoja, me refiero a un ayuntamiento aragonés-, y de tantos y tantos más que viven una dorada y prematura jubilación, cuando antes de entrar en política no tenían más que un triste salario y algunos ni eso. Por ahí anda suelto el faraón gallego de los coches oficiales, que se gastó en lujos la intemerata y, gracias a Dios, perdió las elecciones, ¿habrán encontrado cosillas raras en su gestión?, ¿la habrá siquiera analizado esa fiscalía de nombre tan rotundo?...
La justicia debe ser igual para todos y las instituciones públicas deben funcionar de forma autónoma, pero lamentablemente no es así. Con este gobierno, la justicia se muestra blandita cuando el justiciable está cerca de él, y muy dura cuando está cerca de la oposición, y meto aquí a todas las instancias. También suele ser muy dura con la gente honrada y muy, muy blandita con terroristas, asesinos de niñas, violadores, etc. etc., que a los cuatro días están sueltos o haciendo gestiones para soltarlos.
De los fiscales poco se puede esperar: al estar jerarquizados, se convierten en meros “mandeusté y sí señor” del Fiscal General, y éste del gobierno que lo nombra; tampoco del poder judicial podemos esperar mucho, que ha demostrado no ser independiente, por más que la Constitución así lo establezca; pero de la oposición y de sus señorías los Diputados y Senadores esperaba muchísimo más ¡Qué decir del Rey!, tan simpático. Pero hablemos en serio: de los jueces esperábamos algo, pero se dejan envolver en papeles por falta de medios y se distraen con sus agobios laborales, sin proceder de oficio ante tanta corrupción y falta de justicia. Sólo los jueces que ampara el gobierno se muestran activos. Tan activos, que a uno lo van a procesar por pasarse de entusiasmo. No veo yo a esta clase judicial que nos ha tocado soportar, plantando cara a la mafia italiana de los años ochenta y a las acechanzas, entre otros, de aquel político canijo, pítnico por más señas, que pasaba por honorable y se llamaba Andreotti: consiguió librarse de todas las acusaciones de corrupción y colaboración con la mafia, protegido por los secretos que guardaba, más que por su astucia. Nos sobran en España muchos Andreottis de medio pelo que todo lo corrompen y nos faltan también muchos Giovanni Falcone, un juez valiente que murió asesinado por la mafia, peleando contra los Goliat que parasitaban a la sociedad italiana. ¿Habrá entre tanta toga española un solo Giovanni Falcone?
El Sr. Mata podía imaginarse lo que le esperaba, aunque eso le honre y nos permita presumir que muchas de las cosas que se le imputan no sean ciertas, pues, si no, no hubiera venido. Pero sea inocente o culpable el señor Matas, por el momento, debe gozar de la presunción de inocencia y ser juzgado, que quedan jueces independientes y profesionales que pueden darle la razón -si la tiene-, aunque lo hagan tarde y sea el colofón de su ruina.
Hay que ser muy claros cuando el dinero es de todos los españoles: a los que se aprovechan del cargo público para medrar y llenarse los bolsillos con nuestro dinero hay que despreciarlos y meterlos en la cárcel hasta que devuelvan lo robado, ello, sin mirar de qué partido son, ni si son del gobierno o de la oposición; claro está, que, salvo el caso Roldán, que se ha pasado los últimos 15 años en la cárcel, no conozco a ningún político que haya estado tanto tiempo cumpliendo condena, y aún éste, no ha devuelto una sola peseta de las que se llevó.
Por ese camino ¡Mal vamos! Habría que hacer justicia con los corruptos y liquidar a la vez a aquellos partidos que utilizan la corrupción para financiarse, que la mayor parte de las veces, la financiación de los partidos tiene mucha culpa de la corrupción. Si nos quedamos sin partidos, y sin políticos, no pasa nada: más anchos. Los partidos deberían ser máquinas electorales nada más, que fuera de las elecciones no funcionaran. Es mucho el dinero que cuestan.
Mal ejemplo para los corruptos españoles tener una justicia tan blandita y peor aún, tener una sociedad como la nuestra que lo permite. El único dueño de la finca llamada España es el Pueblo Español; los políticos son simples administradores, pero se comportan como si fueran los amos. Ése es el origen de los problemas de la joven democracia española. El Pueblo Español no debe consentir que los políticos se comporten como amos, que no lo son, y debe tratarlos como empleados temporales: con mucho respeto, pero al primer desliz, a su casa o a la cárcel.
Lamentablemente, nos hemos dejado imponer una norma que sólo nos permite ejercer como dueños de la finca una vez cada cuatro años. Y cuando toca ejercer como señores, en lugar de tomar el bastón de mando, la mayoría nos ponemos a las órdenes de estos pícaros sacamantecas, votando al más guapo. Que, por supuesto, nos chulea y nos arruina.
Los españoles somos demasiado confiados, por eso se aprovechan nuestros políticos, además, la justicia poco ayuda.
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